La explosión de un ducto en México durante una toma clandestina dejó al menos 66 muertos y decenas de heridos. Y escenas terribles.

Varios testigos del episodio, ocurrido en la noche del viernes en el municipio de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, registraron lo que pasó cuando la gente con baldes y otros recipientes trataba de llevarse algunos litros de combustible que salía de un tubería pinchada perteneciente a la petrolera estatal Pemex.

El robo de combustibles viene jaqueando al gobierno mexicano. Hay escasez en varios estados y sospechas sobre el manejo de la empresa.

“Hordas de personas se acercaron. Por llevarse una cubeta de hidrocarburo pueden perder la vida“, avisó el gobernador hidalgueño Omar Fayad.

Y eso fue exactamente lo que pasó.

Apenas se produjo la explosión, la oscuridad de la noche se quebró con gigantescas columnas de fuego. Las imágenes tomadas por cámaras de video muestran alaridos de desesperación y por momentos se ve cómo corren algunas personas envueltas en llamas.

─¡Tírate al piso! ─dice un hombre mientras filma la dramática situación.

─¡Ayúdenme, güey! ─grita uno, prendido fuego─. ¡Me muero!

​”Lamento mucho la grave situación”, señaló en Twitter el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Llamo a todo el gobierno a prestar auxilio.”

“Hago un llamado a toda la población a no ser cómplices en el robo de combustible. Esto, además de ser ilícito, pone en riesgo tu vida y la de las familias. Lo ocurrido en Tlahuelilpan no debe repetirse“, tuiteó.

Sin embargo, otro

Los bomberos controlaron un incendio en otro ducto de Pemex en Querétaro horas después de la explosión en Tlahuelilpan que costó la vida por lo menos a 66 personas.

Fue, según un comunicado de la compañía, “por la toma clandestina en un tramo del poliducto Tula-Salamanca, ubicado en el poblado de Paso de Mata del municipio de San Juan del Río, Querétaro”.

Fuentes: EFE, Reuters, DPA, El Universal, Reforma.