Nahir Galarza, acusada de matar a balazos su novio Fernando Pastorizzo, se agarró a las piñas en la noche del último miércoles con otra reclusa de la Unidad Penal Número 6 de mujeres de Paraná y, como consecuencia, la encerraron en una celda de aislamiento.

Según publicó Crónica, la pelea provocó un escándalo y demandó la intervención de personal penitenciario que tuvo que separarlas para evitar incidentes mayores. “Nahir reaccionó y golpeó a otra interna en la boca, para después azotarla contra el suelo”, relató una reclusa.

 

Al parecer, la joven de Gualeguaychú agredió a golpes en la boca a la interna Silvina Romero, reconocida por sus compañeras como “una mina que no es violenta, pero es grandota, no está para hacerla enojar”.

De acuerdo con las fuentes policiales, Nahir y la otra reclusa se pelearon por el uso de teléfono que las prisioneras poseen para hablar con sus familiares desde el penal, el único contacto que tienen por fuera de las visitas.

Una interna reveló cuál fue la causa del conflicto: “Nahir se colgó del teléfono a las 21 y nadie pudo hablar con sus familiares. Eso pasa un montón de veces y es el gran problema que tenía con sus compañeras en el otro pabellón”, explicó. Cuando una le exigió el teléfono, ella se sacó de quicio y comenzó a agredirla físicamente.

“Nahir dijo que las otras le pegaron primero. Pero es imposible, porque si Silvina le llega a levantar la mano a Galarza, la destroza porque es grandota. Después, nos enteramos que la guardia la enganchó a Nahir rasguñándose para tener marcas”, dijo la misma chica.

Al parecer, Yanina Lescano, íntima amiga de Nahir y con quien protagonizó el escándalo por las fotos dentro del penal, contó que ella se involucró en el medio para separarlas pero que la culpa la tuvo ella. Como consecuencia del conflicto, la pusieron a la joven en una celda de aislamiento y dejaron a las reclusas sin teléfono.