En una columna, el presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano, doctor Diego Barovero, escribió: “golpeados por la violencia de los años setenta, y luego de la más sangrienta dictadura cívico militar responsable además de la desastrosa guerra de Malvinas, la sociedad argentina se encaminaba lentamente hacia la normalización constitucional en el momento justo en que perdía a un referente insoslayable de la vida política. ¡Qué falta hubiera hecho don Arturo en esos primeros pasos de la refundación democrática de la Argentina!”.
“Hombre de partido, sin dobleces, radical de hacha y tiza, médico rural, padre de familia ejemplar, se había fogueado políticamente en la Córdoba que fue cuna del reformismo universitario y en las luchas cívicas de la UCR mediterránea que capitaneaba Amadeo Sabattini y que le ganó limpiamente a los conservadores liberando para siempre a la provincia del fraude en que éstos la tenían sumida como al resto de la república.
Arturo Umberto Illia fue senador provincial y vicegobernador de la gestión progresista de Santiago del Castillo, otro gran referente del radicalismo cordobés”, expresaba Barovero.
“Durante su gobierno impulsó un fuerte proceso de nacionalismo económico (anulación de contratos petroleros lesivos de la soberanía nacional, Ley de Medicamentos) y planificación indicativa, la defensa de los intereses de los sectores populares asalariados (Ley del Salario mínimo, vital y móvil, mayor participación en la distribución de la renta nacional), la mayor inversión presupuestaria en educación, ciencia y tecnología (25% del Presupuesto Nacional) y una política exterior de firme contenido antiimperialista, americanista y de autodeterminación de los pueblos.
Fue entonces que se logró el máximo éxito diplomático respecto del reclamo sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas a través de la Resolución 2065 de la ONU que imponía a Gran Bretaña el diálogo bilateral que hubiera significado a mediano o largo plazo la recuperación pacífica del archipiélago.
Todo esto dentro del marco de la plena vigencia del régimen constitucional, incluyendo todas las libertades civiles y políticas, aún para el peronismo al que los militares de 1955 habían proscripto y al que Illia le abrió las puertas de la participación electoral”, indicó párrafos más adelante el profesor Barovero.
“Austeridad y honradez”
En tanto, la Cátedra Libre Hipólito Yrigoyen de la UNLP, que dirige el profesor César Arrondo, publicó: “el día 18 de enero se cumplen 37 años del fallecimiento de Don Arturo Illía. Oriundo de la ciudad de Pergamino vivió en el seno de una humilde y trabajadora familia de emigrantes. Arturo Illía cursó sus estudios en Pergamino, y más adelante, sus padres lo enviarán a Buenos Aires, para continuar sus estudios universitarios, graduándose de Médico en la Facultad de Medicina de la UBA”.
“En el año 1963, fue electo Presidente de la Nación por la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Arturo Illía gobernó para el pueblo, siendo consecuente con su ideología y la plataforma electoral que lo llevó al poder. En tal sentido, impulso de la Ley de Medicamentos, la Ley de Salario Mínimo Vital y Móvil, la Anulación de los Contratos Petroleros, la Anulación de los Gastos Reservados, la defensa de la Soberanía de Malvinas”, agregó.
“Cabe recordar que Arturo Illía en toda su trayectoria política, ha sido ejemplo de austeridad y honradez y sustentado ideales tales como la defensa de los desposeídos y propugnando como objetivos políticos para la Nación Argentina: La Paz Social, La Libertad y La Igualdad”, concluyeron.