Con controles a los camiones que circulan por las rutas para transportar la cosecha gruesa hacia los puertos o los acopiadores, desde la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) desplegaron una serie de recursos de inteligencia fiscal para controlar la evasión en los sectores más concentrados de toda la cadena de valor del campo.
De acuerdo a la información reportada desde la entidad que dirige Cristian Girard, en la actualidad, hay 160 mil CUITs en toda la cadena del sector agropecuario –del millón y medio que existen activos en toda la Provincia-, pero el total de la recaudación ligada al sector agropecuario se explica solamente por 950 de esas compañías, que tributaron el año pasado una cifra cercana a los 44 mil millones de pesos.
Se tratan desde productores de insumos como las compañías de agroquímicos (Dow Chemical, Monsanto o Syngenta), pooles de siembra y fideicomisos en el nivel de la producción (sobre todo cuando la escala del campo es mayor al del pequeños productores pero no alcanza para comprar maquinaria), algunos grandes acopiadores distribuidos en todo el territorio hasta la molinería de trigo, aceiteras y alimenticias –donde el cuatro empresas tienen el 90% de market share- además de exportadores.
Ese es el sector al que apunta el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con un trabajo basado el desarrollo de herramientas de inteligencia fiscal que se desarrolla durante todo el año, antes y después de cada cosecha. En estos estos días, con retenes centrados en los traslados de soja, maíz y girasol.
Desde ARBA estudiaron en los dos últimos años las rutas por las cuáles se mueve la cosecha “gruesa” hacia puertos y acopiadores y montaron un operativo especial con 16 puestos de control fijo las 24 horas y otros que son itinerantes.
Los primeros resultados arrojaron que aparece una proporción más alta de granos en circulación sin ningún papel de registro de la actividad. Ante esto, la cadena del campo evadió, según estiman en la Agencia que comanda Girard, algo más $2 mil millones el año pasado, un nivel del 3%, que es menor al del promedio de la economía.
Hasta ahora, la mitad de los camiones de transporte de cereal que están en infracción –del 12 al 15% aproximadamente, del total que circula- no tiene ningún papel. Esto configura una pena con el 20% del valor de la mercadería transportada o que puede terminar con el decomiso de los granos. El año pasado, ese porcentaje era significativamente menor y supera también el promedio de otras ramas del transporte.