Por Mayra García/ N A
En medio de la turbulenta relación con el kirchnerismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se enfrenta a dos decisiones que marcarán su futuro político.
Antes de que termine noviembre, el mandatario bonaerense debe definir qué hará el año que viene con la fecha de las elecciones locales.
En Buenos Aires la costumbre marca que los comicios provinciales se juegan el mismo día de las elecciones nacionales, pero en esta oportunidad hay una fuerte posibilidad de que eso cambie.
La idea que alientan en el entorno de Kicillof es desdoblar la elección de legisladores bonaerenses y concejales de la de diputados nacionales.
Eso permitiría, por un lado, esquivar la boleta única y, por el otro, distanciarse de la estrategia que pueda marcar la ex presidenta Cristina Kirchner, ahora titular del Partido Justicialista.
A nivel PJ, también le permitiría hacer su juego en territorio bonaerense y desatar lo local de lo nacional, en momentos en que muchos analizan que las últimas jugadas de la ex presidenta apuntan a que será candidata a diputada nacional el año que viene.
Para llegar con los tiempos legales y la organización de una elección provincial -con pocos antecedentes de realizarse por fuera de lo nacional-, Kicillof debe tomar una decisión antes de diciembre.
“El aparato estatal es muy lento, para hacer licitaciones y llegar con todo a las fechas electorales se tiene que definir a fines de noviembre”, aseguró una fuente bonaerense en diálogo con Noticias Argentinas.
Esta semana, el gobernador se reunió con 40 intendentes para escuchar sus visiones sobre el desdoblamiento, teniendo en cuenta que estructuralmente será más complicada la organización en el conurbano que en ciudades con menor cantidad de habitantes.
Si bien la decisión es potestad del mandatario provincial, muchos opinan a favor de desdoblar y otros temen la suerte que podrían tener si desafían a Cristina Kirchner.
La Cámpora no está de acuerdo con la idea y ya empezó a poner el foco en sus inconveniencias económicas: advierten que costarían unos 100 mil millones de pesos.
El regreso de las testimoniales
Un escenario de posible desdoblamiento abre la puerta al regreso de las candidaturas testimoniales, con auge en 2009, con Daniel Scioli y Sergio Massa como protagonistas.
En este caso no habrá caras nacionales, sino que serán los propios intendentes los que motorizarán las listas desde adentro.
“Pueden ir como primer candidato a concejal, noveno o como consejero escolar. La ley permite que sus fotos puedan estar arriba de la boleta, más allá del cargo que tengan en la lista”, expresaron fuentes de una intendencia que apoya la separación de la fecha de elecciones.
Según consideran, la vuelta de las testimoniales le dará protagonismo a los jefes comunales, que podrán revalidar sus gestiones y fortalecerse de cara a las elecciones de 2027, cuando esperan que Kicillof se convierta en candidato presidencial.
Que no haya una figura nacional en la competencia les da margen para empoderarse y tener mayor control en el armado de listas.
La relación con Cristina Kirchner
Desdoblar o no en parte definirá la suerte de la segunda decisión de importancia que debe adoptar Kicillof en los próximos meses: competir junto al kirchnerismo o armar su propio frente electoral.
El tiempo para tomar esa decisión es más largo, pero la primera resolución condicionará la otra.
“Cristina está muy enojada”, aseguran en el entorno de Kicillof, aunque aseguran comprender la postura de la ex mandataria por toda la historia compartida.
Eso no quita que ya estén trabajando en la “Mesa Kicillof Presidente” en toda la provincia, sin prestar atención a los dardos constantes que le llegan desde el kirchnerismo.
En el círculo más íntimo del gobernador analizan que sería muy difícil compartir listas o internas con La Cámpora el próximo año, basándose en cómo está hoy la relación.
Una pregunta sobrevuela las mentes de los aliados del economista: ¿Qué nos garantiza que nos dejen competir en una interna después de lo que hicieron con Ricardo Quintela en el PJ?.
Los que impulsan un frente propio también presentan como un beneficio que se necesitarían menos votos para meter concejales o legisladores provinciales que si se comparte espacio con La Cámpora y se establece un piso alto para la minoría. N A