Tras firmar el decreto 1289/19 de aceptación del traspaso de las empresas Edenor y Edesur a la órbita de la provincia de Buenos Aires, para lo cual el gobierno de María Eugenia Vidal promoverá la creación del Ente Metropolitano Regulador del Servicio Eléctrico (EMSE), la gobernadora volvió a reunirse con sus ministros en la gobernación bonaerense en una nueva reunión de gabinete.

La negociación con Nación para aceptar el traspaso fue ardua y dentro de las condiciones que habría impuesto Vidal a la gente de Balcarce 50, estaba que se llegue  un acuerdo por las deudas que mantenían las empresas distribuidoras y el estado nacional, que hubiesen representado una erogación de 3500 millones de pesos para las alicaídas arcas de la provincia.

Zanjada esa discusión, no hubo inconvenientes para avanzar en el traspaso, que dejará Tarifa Social y tarifas congeladas por lo que resta del año, pero que no evitará que las empresas distribuidoras de energía recuperen el dinero que hoy no pueden obtener a partir del 1 de enero de 2020.

Esta decisión entonces le deja una ‘pesada herencia’ a quien deba comandar los destinos de Buenos Aires tras la elección del 27 de octubre, porque deberá negociar con las empresas la forma en la que se llevará adelante el incremento, que podría estar en un 25 por ciento, según las últimas estimaciones.

Según apuntan algunos medios, la decisión del congelamiento (informada hace dos semanas a la Comisión Nacional de Valores) traería como consecuencia la recuperación del capital no percibido en cuotas consecutivas a partir de del primer día del año próximo, lo que resta saber es la forma en la que se prorrateará es porcentaje en las boletas del servicio.