La directora del Museo de Ciencias Naturales de Monte Hermoso, Natalia Sánchez, confirmó que la especie de medusa detectada en las costas de Monte Hermoso, a la altura del puesto central de guardavidas sobre costanera entre Chaco y Luzuriaga, es inofensiva para los humanos y pertenece a la variedad de las Dryimonema. Puede asustar a las personas por su tamaño y aspecto, pero no las pica ni las lastima.
Este tipo de aguaviva tiende a aparecer en el período de marzo a abril en ese sector de la costa bonaerense, ya que el año pasado hubo varios avistamientos, pero por ahora en este año es el primero que se ha registrado.
Sánchez recordó además que hace aproximadamente diez o quince años hubo grandes proliferaciones de medusas debido a la falta de depredadores y a los ciclos de reproducción de auge y caída. Pero explicó que ahora los números están más controlados.
Observó que para ello los vientos y las corrientes influyen en la cercanía de las aguavivas a la costa. Los vientos del norte tienden a empujarlas hacia la costa.
“Es una especie totalmente inofensiva”, afirmó. Y explicó que es del tipo de las que aparecen durante el verano. “No son tan frecuentes como la famosa medusa de la cruz, que es la que te arde cuando toca con los filamentos, o la pica-pica o tapioca, que también produce un sarpullido. Esta medusa no tiene influencia sanitaria”, sostuvo Sánchez que además es guía turística.
A las personas que tengan la posibilidad de observarlas les recomendó no tener miedo y que “disfruten de su belleza”. “Es un animal que no va a causar ningún daño. Obviamente si te estás bañando y te roza una pierna, un brazo, uno se va a asustar porque es una sensación rara, es una gelatina. Pero que no se asusten ni que las maten -ni nada- porque son totalmente inofensivas”.
Contó además que el año pasado pudieron observar varios ejemplares. “Suelen aparecer en esta época, marzo, abril, primeros días de abril. Igual que los famosos platos como les llama la gente, que tienen un dibujo como si fuese un trébol de cuatro hojas, o cuatro herraduras. También suelen aparecer en esta época, tienen un gran tamaño y son inofensivas para el humano”, precisó.
Respecto a las aguavivas que supieron asomar tiempo atrás por la costa montehermoseña, Sánchez señaló que hay varios factores para que ello haya cambiado. “Uno de ellos es el clima, que al ir rotando mucho el viento hace que las medusas estén siempre más adentro pero que no lleguen a la orilla. El viento norte hace que las medusas lleguen”, dijo.
Y agregó que su presencia –años atrás- estuvo ligada a que la especie no tiene depredadores. “Como es un final de cadena tiene ciclos reproductivos muy altos, o muy bajos, cada 10 años aproximadamente. Cuando hacen una explosión de reproducción, es para poder mantener su especie siempre en equilibrio. Cuando su población empieza a bajar, ahí es cuando tienen una reproducción elevada, y cuando lo hacen el resto de los años se van a ir contendiendo y no van a tener tanta reproducción para poder tener ese equilibrio”, describió.
Fuente La Voz del Pueblo.