El individuo comenzó a ser investigado luego de que las autoridades del lugar observaran un extraño movimiento en las puertas del local: “la entrada y salida de personas calvas que probablemente no necesitaban un corte de pelo“, explicó el comunicado de la Comandancia Provincial de Génova.
Ante la inusual situación, la policía decidió desplegar un operativo de vigilancia para controlar la entrada y salida de clientes y comprobar si esta situación realmente ocultaba un delito detrás.
Finalmente, los agentes realizaron un registro del interior de negocio y hallaron un entrepiso en el que el sujeto llevaba a cabo la venta de droga. Ahí encontraron 100 gramos de cocaína, cuatro básculas de precisión y materiales para envasar las sustancias.
A su vez en su domicilio personal encontraron varios gramos de hachís y descubrieron que el peluquero mantenía contacto con prisioneros de una cárcel de Génova.