Los animales estaban en tránsito, ya que habían sido dejadas esperando la llegada de otra tanda, y de acuerdo a información veterinaria, al parecer los animales habían sido trasladados y dejados en los corrales sin haber ingerido alimento al menos por 48 horas, y esta situación les habría provocado una hipomagnesemia, enfermedad que resulta mortal si los vacunos toman agua.

Lo cierto de todo el suceso fue que hubo que solicitar la colaboración de un zamping para poder cargarlas en vehículos que dispuso el comprador de los animales, para ser trasladadas al campo y proceder con los protocolos de estos casos.

La hipomagnesemia no es una enfermedad contagiosa, puede  producir una variedad de anormalidades metabólicas y de consecuencias clínicas, que se ocasionan por un desequilibrio entre la absorción gastrointestinal y la excreción renal de magnesio.

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