Buzos tácticos trabajaron durante toda la jornada de ayer en la zona de la sexta cascada en el Arroyo Claromecó, lugar preciso donde se halló en el fondo del curso de agua el cuerpo sin vida de Néstor Zoquini.
La rápida decisión tomada tras la segunda autopsia practicada al cuerpo, puede arrojar como conclusión que tiene un balazo no advertido en el primer análisis médico forense.
Determinantes medidas viene tomando en las últimas horas el fiscal Gabriel Lopazzo, quien con su equipo de trabajo no escatima esfuerzo en poner en práctica todas las estrategias posibles en post de la mejor investigación y con el natural fin de hallar de manera justa los causales de muerte de Néstor, términos escritos en la carátula del expediente.
Ayer llegaron buzos tácticos a Claromecó, acompañados desde tierra por efectivos policiales.
La instrucción de la Fiscalía es lograr encontrar en el fondo del arroyo un arma de fuego, una vaina y un bolso.
Se estima que es una pistola, dado que cuando se dispara, libera la vaina de la bala percutada.
Todas estas cuestiones podrían resumirse en una posible conclusión tras la segunda autopsia: no quedarían dudas que el cuerpo tiene un impacto de bala.
Y otro aspecto más que importante es el minucioso análisis efectuado al teléfono de Zoquini, tanto de audios, como de videos y seguimientos.
Y el propósito final es despejar si estamos frente a un suicidio o un homicidio: concretamente saber si se autoeliminó o lo mataron.
En el caso de descartarse la posibilidad de suicidio viene a futuro una investigación más complicada: saber quién lo mató.
Y algo que deberá analizarse bien en el futuro, si es que hay una bala mortal, cómo se le escapó semejante detalle a los médicos forenses que hicieron la primera autopsia.
LU 24