En las últimas horas había trascendido que una prenda encontrada en la inmediaciones del cementerio podía pertenecer al cadáver de otro niño fallecido en el verano y se evaluaba exhumar sus restos. Finalmente, no se ordenará esa diligencia.
Investigadores judiciales y de la policía descartaron este jueves que la ropa encontrada en las inmediaciones del cementerio de Miramar, durante el rastrillaje realizado el miércoles, sea la que llevaba colocada el cadáver de un bebé fallecido e inhumado en el verano en dicha localidad.
A pesar de que en las últimas horas había crecido la preocupación de la familia, al tomar conocimiento del hecho producto de una publicación efectuada en Facebook por Noelia Lescano, la madre de Ciro –cuyos restos desaparecieron de la necrópolis mencionada entre el 5 y el 8 de julio-, con esta novedad se echaron por tierra las sospechas.
En ese marco, se especulaba con que el fiscal Alejandro Pellegrinelli ordenara la exhumación del cuerpo, diligencia que finalmente no se realizará, según pudo averiguar LA CAPITAL.
La duda se había iniciado cuando durante la requisa policial realizada en las inmediaciones del vivero dunícola “Florentino Ameghino” en busca del cadáver de Ciro Lescano, robado del cementerio de Miramar, aparecieron al menos dos prendas -una camisa y una bermuda de jean-, lo que provocó que comenzara a sospecharse si pertenecían a otro menor sepultado meses atrás.
Se trataba de un niño de 2 años fallecido en febrero tras caérsele un televisor en la cabeza. Los padres de éste hicieron la denuncia en la Sub Delegación Departamental de Investigaciones y las actuaciones fueron remitidas al fiscal Alejandro Pellegrinelli. Finalmente, las dudas fueron evacuadas cuando la propia familia no reconoció la ropa como la colocada en el cadáver.
El episodio demostró la conmoción que viven los ciudadanos del Partido de General Alvarado, tras haber tomado conocimiento del tercer caso de desaparición del cadáver de un bebé (Ciro Lescano, fallecido a los 4 meses), sumando los otros dos ocurridos en Comandante Nicanor Otamendi.
“El cuerpo fue robado un día después del entierro de Ciro”, consideró Noelia, su madre, quien agregó que vio “desórdenes en la tumba”.
Paralelamente, la jornada de rastrillajes del miércoles contó con la participación de unos 60 efectivos de distintas fuerzas de seguridad y otros judiciales, con la apoyatura de perros especializados en búsqueda de rastros humanos, traídos desde Tandil.
De acuerdo a lo relatado por Pellegrinelli, “el robo del cadáver ocurrió poco tiempo después de haber sido enterrado” y se sospecha que podría haber sido en el marco de la realización “de un rito umbanda”. Para el fiscal, si se tratara de un hecho extorsivo “debería haber existido la exigencia de dinero a la familia para la devolución del cuerpo ya se habría producido”.
Fuente: La Capital de Mar del Plata