El mes de abril llega con una mala noticia a nivel ferroviario debido a que un importante tren que circula hacia la Costa Atlántica dejará de prestar servicio por cuestiones de seguridad operacional que le impide a Trenes Argentinos garantizar una prestación normal.

El servicio de tren que se suspende a partir del 1° de abril es el que une General Guido con Divisadero de Pinamar debido a que el estado de la infraestructura de vía que provoca movimientos irregulares en la formación durante la marcha; y al deterioro de los puentes, lo que representa un riesgo para la seguridad de los pasajeros que utilizan ese recorrido de 96 kilómetros. Al momento, las autoridades no explicaron cuándo se va a restituir el servicio.

Trenes Argentinos explica que esta medida se toma en el marco de la Emergencia Ferroviaria y alude que la actual administración “recibió un sistema ferroviario deteriorado por la falta de obras de infraestructura y material rodante a lo largo de muchos años”.

A la vez, la entidad operadora destaca que “El Gobierno Nacional, en el marco de la Emergencia Ferroviaria, viene trabajando en la ejecución de más de 226 obras de infraestructura buscando establecer condiciones de seguridad operacional que permitan contar con un sistema ferroviario seguro y tomará las medidas necesarias para reducir los riesgos de accidentes producto de un sistema que no se actualizó durante décadas”.

Dada la situación, el servicio Guido – Pinamar se suspenderá para sostener el mínimo estado de la vía antes que colapsen tramos y puentes, lo que podría ocasionar riesgos de accidentes graves. En este contexto, se torna imposible el mejoramiento localizado, teniendo que someterse todo el tramo a una intervención integral que, dada su extensión y considerando que se trata de vía única, implica consecuentemente la suspensión del servicio.

En el marco de la Emergencia Ferroviaria decretada por el Gobierno Nacional se hace indispensable trabajar con prioridades ya que el sistema en su totalidad se encuentra en un estado crítico. De esta forma, se está avanzando con un plan de obras que prioriza las líneas que mayor tráfico de personas transporta y se espera poder trabajar a la brevedad en la reparación de este corredor con el objetivo de restablecer los niveles de seguridad operativa necesarios para circular con un tren de pasajeros.

El tiempo de viaje era de 2.20 horas para realizar 100 kilómetros, es decir que circulaba a baja velocidad (promedio de 40 km/h), además el sector contaba con seis precauciones en las que debía reducir su velocidad a 12 kilómetros por hora en los puentes corroídos.

80 de sus 100 kilómetros están construidos hace más de 80 años y cuentan con un fuerte nivel de corrosión y deterioro.

En cuanto a las condiciones de los puentes y alcantarillas (cuyo nombre técnico es Obras de Arte), a lo largo del tendido hay 124 entre los que se encuentran: 1 viaducto metálico, 1 puente de hormigón, 22 puentes metálicos y 66 alcantarillas. De ellos, 23 se encuentran en mal estado de conservación, comprometiendo la estabilidad debido a la progresión activa del daño, lo que hace necesaria una intervención inminente.

La problemática común en el tendido de vías y en los puentes es el avanzado proceso de corrosión generalizado, provocando la pérdida de material estructural, durmientes de chapa y una gran cantidad de piezas faltantes.

NA