El deporte tiene hermosas historias más allá de lo competitivo, porque permite también socializar y vivenciar valores que solo esta disciplina transversal a la educación, la salud y la inclusión puede dar. Uno de esos ejemplos es la joven palista necochense Ana Paula Poblete, de 14 años, quien del 16 al 20 de octubre participó en el Campeonato Argentino de Velocidad y Selectivo Nacional realizado en Villa Constitución, provincia de Santa Fe. Con 345 palistas de todo el país y 38 clubes presentes, Ana Paula fue la única representante del sureste de la provincia de Buenos Aires y en diálogo con T S N Necochea entregó un valioso testimonio.
Compitiendo en la categoría Menor, Ana disputó las pruebas de 1 km y 2 km. En su primer día de competencia, realizó tres largadas, destacándose en la primera con un tiempo de 5:42, mejorando posteriormente su marca a 5:32:53, lo que le permitió avanzar a semifinales. Allí, logró un cuarto puesto con un tiempo de 5:19:35.
A nivel nacional, Ana compite para A.P.A.C.A. (Asociación Pampeana de Canotaje), cuyo club también llevó al Selectivo a Paulina Barreiro, bicampeona nacional.
Ana Paula describió la experiencia como “inolvidable”, y expresó la emoción de competir al lado de palistas de alto nivel. “Uno se siente chiquito, pero es increíble estar remando con gente tan buena”, comentó la joven. Aunque los podios fueron dominados por palistas de Río Negro, Ana destacó la camaradería con sus compañeras, quienes, a pesar de verse solo una o dos veces al año, mantienen contacto cercano.
La competencia se realizó en un brazo del Río Paraná, lo que generó algunos desafíos adicionales, como demoras debido a la circulación de barcos que desarmaban la pista. Ana recordó que en varias largadas tuvieron que esperar hasta 30 minutos o más.
Agradecimientos y sacrificios
Ana no olvidó agradecer a quienes la apoyaron durante este proceso. “Quiero agradecer a mis padres, que siempre están en cada detalle, a mi entrenador y psicólogo Juan Ignacio Cáseres, a mi directora Gabriela Lerra del colegio Pio XII, a mis profesores y compañeros que me pasaban las tareas día a día, y a todas las personas que hicieron posible que yo pueda estar allá”, expresó.
Además, compartió los sacrificios personales que realizó para estar en condiciones óptimas para la competencia. “Muchas veces tuve que decir no a invitaciones por miedo a enfermarme y no poder competir”, relató. Incluso, enfrentó un cuadro de gastroenteritis semanas antes del campeonato, lo que afectó su entrenamiento y la mantuvo con dudas sobre su participación.
Finalmente, Ana concluyó con una reflexión sobre su pasión: “El deporte es lo mejor que nos puede pasar como seres humanos”.