Durante la cuarentena Boca no para
En las paredes de la pensión de Boca retumba el silencio. Ensordece. Un espacio acostumbrado a cobijar los sueños de 85 chicos que llegan desde diversos puntos de la Argentina con la ilusión de ser futbolistas hoy debe acostumbrarse a un panorama diferente. Desolador. Vacío.
Los hornos de la cocina están apagados. Las camas, tendidas. Las mesas del comedor extrañan las charlas de cada almuerzo o cena. Los metegoles, las mesas de ping pong y de pool se resignan a la falta de acción. Todos son testigos privilegiados de un hecho inédito, consecuencia directa de la pandemia de coronavirus .
Las puertas del complejo ubicado en la calle Arzobispo Espinosa 502, casi esquina Palos y a metros del Complejo Pompilio, se terminaron de cerrar el viernes 27 de marzo. Ese día emigró el último chico, después de una logística compleja, de acuerdo a las posibilidades de cada familia. Algunos menores fueron retirados por sus parientes, otros se subieron a micros pagados por sus respectivos representantes y el club solventó el pago de los viajes de todos los demás. La inactividad y el silencio también se palpa en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza.
El desafío de mantener el vínculo entre club y casi 600 chicos es muy grande. Por eso, Fernando Navarro Montoya , Director General del fútbol juvenil e infantil de Boca, y Diego Soñora , subdirector, idearon un protocolo de acción ante esta situación inesperada, para que el contacto siga siendo fluido. No solo por el tema futbolístico, físico y alimentario, sino también desde el lado de la contención psicológica en un contexto inédito como lo es el aislamiento social y preventivo, popularmente llamado cuarentena , impuesto por el gobierno argentino.
Según pudo averiguar LA NACION, los chicos reciben microciclos relacionados con el área técnica y física , y son elaborados por los especialistas de cada división. Contempla la realización de ejercicios puertas adentro, siempre considerando las herramientas con las que cuenta cada uno en sus hogares. Esos trabajos personalizados , que también contempla una serie de consejos nutricionales , varían cada tres o cuatro días, para que mantengan el entusiasmo.
Al mismo tiempo, cada uno recibe un cuestionario relacionado con el juego y con el sistema táctico unificado que emplean las divisiones inferiores desde que Juan Román Riquelme asumió como máximo responsable del Departamento de Fútbol, en el que se recuperó la figura del enganche.
También les mandan videos de sus actuaciones en los partidos amistosos que venían realizando antes de que se iniciase la actividad, suspendida, para que puedan entretenerse observándose a sí mismos en acción y sacar conclusiones.
Los responsables del área psicológica aportan a su vez más material, que les envían a los chicos en formato .pdf, para que puedan abrirlo de manera sencilla en sus teléfonos celulares.
Hay más. Una o dos veces por semana, además del material fílmico, psicológico y futbolístico, del microciclo de entrenamiento y de los cuestionarios, los entrenadores y el preparador físico de cada división les mandan mensajes por video a cada chico , insistiendo con las recomendaciones y cuidados para hacerle frente a la pandemia de coronavirus, y de paso hablar de todo lo que se trabajó en la semana, además de enviarles palabras de contención . A la inversa, los chicos les envían a sus respectivos formadores los videos haciendo los ejercicios o las tareas que reciben. Hay una gran empatía. El ida y vuelta es muy satisfactorio .
Desde que comenzó la gestión de Navarro Montoya, los responsables de cada categoría son Sebastián Battaglia (reserva, acompañado por Juan Krupoviesa y Hugo Ibarra), Blas Giunta y Daniel “Cata” Díaz (cuarta), Roberto Pompei (quinta), Walter Pico (sexta), Gustavo Pinto (séptima), Matías Donnet (octava) y Antonio Barijho y Jorge Martínez (novena).
Es un contexto complejo, durante el cual el club considera fundamental que el contacto siga siendo fluido y con la dinámica de lo que es el entrenamiento , condicionado claro por la coyuntura. Y más allá de los microciclos de trabajo, el mayor foco está puesto en la contención . Porque no solo se habla de los que integran los diferentes planteles del fútbol juvenil (desde la reserva hasta la novena división), sino también de grupo infantil (prenovena hasta categoría 2014).
La responsabilidad es muy grande. Y la ilusión de que esas paredes de la pensión de Boca vuelvan a cobijar sueños, risas, llantos, anécdotas e ilusiones, también. Mientras tanto, el contacto es solo virtual. Pero la cercanía entre unos y otros trasciende toda distancia física .
Por: Pablo Lisotto