“Es una barbaridad, no se puede creer que haya un hecho tan aberrante”, acusó Diego Armando Maradona ante la prensa luego del asesinato de José Luis Cabezas el 25 de enero de 1997. Un hecho que conmocionó a todo el país y puso al ídolo del fútbol mundial en una posición de alto criticismo para con el Gobierno.

Cabezas, que tenía 36 años y era padre de una beba recién nacida, era fotógrafo profesional y trabajaba para la revista Noticias, se encontraba en Pinamar junto a un colega periodista para cubrir la temporada de verano del ‘97 y, en este preciso caso, capturar imágenes de una fiesta privada. El evento era del empresario Oscar Andreani, dentro del cual todo iba bien hasta la salida.

Cabezas salió y fue secuestrado por una banda mafiosa, que lo golpeó y lo dejó atado dentro del auto que usaba para trabajar. Posterior a esas acciones, recibió múltiples disparos en su nuca para luego terminar calcinado en su propio auto. ¿El supuesto autor intelectual? Alfredo Yabrán, un empresario que había sido fotografiado por él un año atrás junto a su pareja y, como consecuencia, este se tomó venganza de aquel momento. Finalmente, el hombre se suicidó un año más tarde, en el ‘98.

Maradona y el Caso Cabezas: cómo se involucró en el pedido de justicia, fue hasta a las marchas y el afiche en el Monumental

Mientras la conmoción se apoderaba de la mayoría de los argentinos por la noticia, Diego Maradona no se quiso quedar de brazos cruzados en su casa y acudió a una de las tantas marchas que se realizaron, en su caso particular en Mar del Plata. Allí, Pelusa fue el entrevistado por la prensa y dejó una serie de frases que tuvieron el peso típico de una figura mundial como él lo era. Unas palabras que impactaron directo en el Gobierno de turno, el de Carlos Menem.

“Es una barbaridad, no se puede creer que haya un hecho tan aberrante. Los argentinos tenemos que decirle al Presidente y a todas las autoridades, que se tiene que esclarecer. No queremos de ninguna manera que esto quede de recuerdo. Quiero una Argentina mucho mejor y esto hace que Argentina se parezca a Colombia. Tenemos un buen pasar. No tenemos hasta hoy estos homicidios, estos episodios. Estos episodios que ahora aparentemente son normales. No tendría que haber pasado. Las autoridades tendrán que poner la carne al asador y darnos la tranquilidad que merecemos los argentinos”, había expresado el jugador de Boca por aquel entonces.

Por otro lado, en su cuenta de Instagram todavía aparece un posteo del 25 de enero de 2018 donde expresaba su recuerdo en el 21º aniversario del asesinato del periodista: “Yo he recibido muchos golpes, pero la memoria la tengo intacta. Quiero sumarme al homenaje de los muchachos de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina, en memoria de José Luis Cabezas, a 21 años de su asesinato”.

La fotografía de Maradona tomada por José Luis Cabezas

Verano de 1996. Diego Armando Maradona había sido contratado por la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico de Argentina para ser la cara visible de la campaña “Sol Sin Drogas”. La popular imagen del campeón mundial, qué había tenido una dura relación con los estupefacientes, fue la carta de presentación de esa campaña lanzada por la Presidencia de Carlos Menem para generar empatía entre los más jóvenes.

En ese contexto, el propio Diego haría una gira por distintos puntos del país para promocionar la campaña. Así fue que llegó a Pinamar en un momento donde esas playas explotaban de turistas. Allí, en el balneario Cocodrilo -uno de los más concurridos- comenzó a hacer jueguitos con una pelota, dejando magia en el aire como siempre mientras lucía la remera de “Sol Sin Drogas” en medio de una multitud de personas contenida por el personal de seguridad del programa oficial y de la Policía Bonaerense. Quien captó una imagen increíble de aquel momento, José Luis Cabezas.

TyC