El “naranja” le ganó merecidamente al “rojo” en el Atilio Portugal
En una tarde fría y gris a las 17 horas en barrio norte Mataderos se enfrentó ante el clasificado Villa Díaz Vélez por el grupo B cayendo el local por 2 a 0 en un partido como único adelantado de este sábado correspondiente a la décima fecha, completándose durante el domingo el resto del cronograma.
Los goles los marcaron Fernando Sosa en la primera mitad del tiempo inicial y Pablo Sosa estiraba la diferencia en el complemento. La visita siempre fue más incisivo y preciso, con actitud al arco de enfrente y demostrando su carácter made in “Toto” Fermín rápidamente marcaba la diferencia en un encuentro por momento muy atractivo.
En el primer tiempo, mientras Mataderos perdía hubo lagunas que pudo convertir, pero el uno del “naranja” se lo impedía, el travesaño también y otras como en un fuera de juego del local que era el empate, el línea se lo anulaba.
La visita hacia gala de su buen momento y fue un justo ganador porque siempre intentó y propuso jugar y así cerró la etapa regular como el equipo que más unidades cosechó mientras que la contracara fue para los dirigidos por Gustavo Andraca que es el epilogo de un mal torneo en el cual terminan hundidos en el fondo de la tabla.
Espectador de lujo
Respecto al ambiente, como siempre Mataderos es una fiesta y la gente acompaña con aliento, color y mucha pasión. La visita que nadie esperaba estuvo mediante la presencia del surgido en el club 9 de Julio de nuestra ciudad y pasado en Mataderos Ezequiel “Pastelito” Cerica, actual delantero del Club Atlético Mitre de Santiago del Estero en el cual adelantó que ya renovó. Acompañado por el “Pirata” Andrés Trobo se acercó a presenciar el encuentro con la camiseta del “Rojo” además entrar al campo de juego previo al partido para saludar a los jugadores y sacarse la foto.
Reconocimiento ignorado
Hubo también momento para el reconocimiento familiar a Ricardo “Gata” Possenti mediante la entrega de una placa recordatoria por los 53 años ligados al futbol como ayudante de campo, masajista y utilero por parte de alguno de sus hijos y nietos pero que fue ignorado totalmente por la dirigencia del club que no se acercó en ningún momento.
La confusión pasó por no saber bien como y porque surgió esta iniciativa de entregarle este presente al popular “Gata” en un clima de desconcierto para el pequeño grupo puesto que mientras ya casi arrancaba el partido quedaron solos y que el vacío fue muy notorio para los protagonistas.