La desaparición del competidor que hasta el momento no fue hallado, bañó de tristeza la clásica prueba
Con record de participantes este sábado a la mañana se disputó la 37ma edición de la clásica prueba de aguas abiertas RIO-MAR 2020 en la cual tuvo como ganador al marplatense Ivo Cassini, en lo que fue su tercer año consecutivo en que se queda con esta prueba, mientras que por el lado de las damas Lucia Ferreri de Junín fue quien dominó la competencia.
Con una bajante importante sobre el río Quequén, la largada fue a las 8, 30 horas desde el Necopesca de Avenida Jesuita Cardiel y 58 donde la deriva ayudó bastante a los nadadores para transitar la parte más extensa del recorrido de 10K en que contó la prueba organizada por Juan Carlos Cuenca y la Asociación de Guardavida de Necochea y Quequén.
En este tramo de 7k sobre el Quequén y con una temperatura no muy elevada los 550 valientes que se atrevieron a la dura carrera de aguas abiertas fueron buscando un lugar lo más adelante posible en una auténtica marea humana que cubrió gran parte de las aguas del río y el mar.
Quien desde el mismo inicio marcó la diferencia fue el marplatense Ivo Cassini, el representante argentino en los últimos Panamericanos de Perú tomo rápida ventaja con un ritmo imposible de seguir para el resto de los 549 que venían detrás.
Para la altura del puente Dardo Rocha el de Mar del Plata ya se había aventajado por 400 o 500 metros por sobre el segundo donde la lucha por la plata y el bronce era más pareja. En el puerto ya, Cassini entraba al mar con una amplia diferencia que superaba los mil metros y parecía acelerar aún más su velocidad que imprimía con su larga humanidad de más del metro noventa, largos.
El tramo final por el Atlántico fue el más duro, para todos incluido Ivo, quien aunque no cedió ventaja ni dejó de ser el más rápido, el mar lo obligó a luchar y esforzarse más de la cuenta como el mismo reconociera entendiendo que la gran marejada y el mar “picado” le dificultaron las cosas aunque a esta altura la distancia era insalvable para los demás y así fue que salió del agua 200 metros antes del balneario Terrazas, lugar de llegada, ya que la marea misma con su furiosa rompiente lo “escupió” en ese sector y así transitó corriendo al trote para cruzar el arco de llegada ante la multitud de personas que se encontraban en el lugar entre aplausos y alientos donde lo esperaba el Intendente Municipal Arturo Rojas quien le colgó la medalla dorada en su cuello.
Quien le secundó al marplatense fue el balcarceño Luigi Farace, juvenil que en la edición 2019 fuera también plata, en tanto, sorprendiendo a propios y extraños quien arribó al 3er lugar fue el nadador Máster de nuestra ciudad Francisco Medina quien con sus brazos en alto y eufórico de la emoción y alegría recorrió los últimos metros corriendo con los brazos en alto y una gran sonrisa ante el aplauso del público para quebrarse en la la llegada y dedicarle el triunfo al cielo a un familiar muy crecano.
Entre las féminas la situación fue más pareja, sin mucha distancia entre la 1era y la 2da, quien resultó la más rápida fue la juninense Lucia Ferreri de tan solo 16 años, otra sorpresa, ya que si bien es la actual campeona juvenil en la categoría Juvenil Campeonato Argentino de natación de aguas abiertas superó a la ganadora del año pasado, la veterana y siempre vigente Noelia Petti que esta vez fue 2da.
También Ferreri admitió que el mar fue más duro que lo esperado en donde la rompiente le jugó una mala pasada siendo castigada por las olas en dos ocasiones, situación que casi la deja fuera de combate ya que perdió la forma y tragó mucha agua aunque se recuperó rápidamente y pudo mantener la posición para llegar en el primer lugar.
De todos los rincones del país esta RIO-MAR tuvo muchos condimentos, el mar embravecido fue determinante, tal como el año pasado, para que las deserciones y abandonos estuvieran concentradas en ese sector que el más más difícil por conjugar el cansancio aculado de los 7K del río y la contrastante baja temperatura del mar en relación al Quequén y los cuadros de hipotermia son frecuentes.
La previa fue en el balneario Terrazas de Avenida 2 y calle 77 a las 7 y media de la mañana, lugar desde donde minutos antes de las 8 los colectivos que trasladaban a los competidores partieron para el lugar de la salida.
Con más calor este año, aunque en un verano que no ha sido caluroso ni mucho menos, las condiciones para los nadadores fueron muy buenas en el río, no así en el mar que tuvo una gran marejada y viento que complicó bastante, incluso a los cientos de kayakistas que acompañaban a los nadadores siendo rescatados muchos de ellos por el Guardacostas de la Prefectura Naval Argentina ya que no pocos de ellos fueron despedidos de los kayaks y canoas siendo arrojados al agua donde algunos perdieron sus pertenencias quedando las pequeñas embarcaciones a la deriva y en algunos casos debiendo ser hospitalizados sus tripulantes por algunos golpes.
La fiesta que no pudo ser
También el hospital Dr. Emilio Ferreira recibió a más de dos decenas de nadadores con cuadros de hipotermia que debieron ser asistidos para recuperarlos. La gran fiesta que culminaría en la noche con la entrega de premios en el local bailable de calles 4 y 87 se vio opacada por la no llegada del uno de los nadadores, que según trascendidos sería Ezequiel Bermejo de 42/43 años de la localidad de Adrogué quien hasta las 14, 30 horas aún no había llegado y reclamaron su presencia debiendo reconocer la organización que no había arribado a la meta ni estaba entre los rescatados.
En la noche del sábado y luego de recorridas de embarcaciones de Prefectura, helicóptero y dos aviones particulares que rastrillaron la zona buscando al infortunado competidor y siendo intensamente buscado por el momento no había arrojado resultados positivos estando aun desaparecido el nadador de Adrogué. También se halla abocada a su búsqueda la policía Bonaerense y los Guardavidas.
Respecto a este incidente Cuenca señaló:
“Fue una carrera normal, con una largada muy limpia, con 550 participantes y en menos de una hora y media todos los corredores estaban girando en la escollera Sur”, […] “en el caso de Ezequiel Bermejo estaba acompañado por un amigo en un kayak”.
Cuenca también agregó: “el amigo cuenta que faltando 1000 metros se le rompió un palo del kayak y tuvo que ser asistido por una embarcación”, además que “Ezequiel venía hidratado, a buen ritmo y quedó acompañado por otros kayak que estaban cerca de él”.
La organización recibió a los nadadores hasta la hora 12, 30 horas, es decir 4 horas después de la largada de las 8, 30 tal como anunció Juan Carlos Cuenca minutos antes de las 12, 30 donde dirigiéndose a los presentes por el sistema de sonido informó que “Se levantaba todo” (esto según el organizador incluía a los nadadores que estaban en el agua) terminando oficialmente la prueba, cronometraje incluido teniendo en cuenta que hasta ese momento habían arribado 389 nadadores de los 550 inscriptos de los cuales alrededor de 45 no habían retirado los kits antes de la prueba, o sea no compitieron y que 20 aproximadamente habían sido rescatados abandonando la competencia lo cual significaba que aun restaban llegar a casi 100 nadadores que todavía estaban dentro del agua hacia 4 horas luchando contra el frío, la marea y el cansancio.
Según fuentes uno de los kayakistas que acompañaban a uno de los nadadores de la prueba tuvo que abandonar a quien seguía para poder asistir a dos nadadores que estaban en graves dificultades y nadie lo había notado debiendo subirlos al kayak ya que estaban “fondeando”, es decir se estaban hundiendo y el mar ya les había ganado en la lucha. De no ser por este kayakista la tragedia podría haber sido mayor puesto que los rescatistas nunca supieron de esta situación.
Ya en la edición anterior este medio había remarcado una situación peligrosa donde una moto de agua había provocado un accidente con un nadador en el cual lo había llegado a lesionar levemente al pasar el vehículo acuático por sobre la cabeza del competidor.
Galeria de imagenes: Javier Vijarra-Prensa Pro