Si hay un terreno en el que -sacando las faltas de respeto- casi todo está permitido, es en el festejo tras un hito deportivo. La clasificación de la Selección Argentina a semifinales de la Copa América no tuvo una magnitud siquiera semejante a la gloria en el Maracaná o en Qatar, pero para un equipo que siempre quiere más se vivió con una emoción hasta similar. Y el ejemplo más fehaciente de esto lo dio Mario De Stéfano, el histórico utilero de la Selección Argentina, que ni bien Nicolás Otamendi convirtió el último penal ante Ecuador fue directamente a darle un pico a… ¡Lionel Scaloni!

“Dame un beso”, le dijo quien es popularmente conocido como Marito al entrenador de la Albiceleste, mientras le tomaba la cara con ambas manos completamente extasiado. Con su calma y semblante pacífico característico pese a la enorme alegría que le recorría por dentro, el comandante del campeón del mundo ni se inmutó y hasta pareció no haberse dado cuenta de la trascendencia que tuvo por lo que comentó en la conferencia de prensa pos partido.

Cuando ya la imagen empezaba a viralizarse a full en las redes sociales, a Scaloni le consultaron sobre ese curioso momento y se lo tomó con humor: “A Marito lo conozco de toda la vida. Me vino a saludar. No la vi la foto, pero bueno… Es un amigo, un tipo entrañable. Estaba muy contento, yo la verdad no me di cuenta dónde me dio el beso. Son cosas que pasan cuando estás alegre”.

“No fue consentido”, agregó Scaloni en un tono jocoso que despertó las risas de todos los que se encontraban en la sala del NRG Stadium. Claro, la confianza entre el nacido en Pujato y Marito, utilero de Argentina desde 1998 y quien tiene una gran relación con toda la delegación por todas las batallas vividas, trasciende fronteras y da lugar hasta este tipo de celebraciones.