Con la amenaza de lluvia que nunca se concretó, el domingo inició con el sol tímidamente, para dejarse ver en todo su esplendor a media mañana acompañado del viento que soplaba, y fuerte en algunos momentos como condimentos para disputar la XIX Edición del Triatlon Short de Necochea que ya se ha convertido en un clásico de casi dos décadas.
Con este escenario, a las 10 de la mañana desde la ribera margen Necochea a la altura de Catena Sonidos los casi 250 triatletas se metían al agua para disputar el tramo acuático de 750 metros, etapa inicial de la XIX Edición del triatlón correspondiente a la 3era fecha del Campeonato Provincial.
La llegada de la parte de nado era en el Necopesca, y a pura brazada quienes observaban la espera de los nadadores pudo verse al marplatense Iván Anzaldo quien venía en punta asomando por la curva natural que dibujaba la barranca, quien de esta manera arribó, seguido muy de cerca por otro nadador mientras que el grueso del pelotón había quedado relegado por más de 50 metros.
Las condiciones del agua eran favorables para quienes venían por el Quequén ya que la bajante del rio a esa hora era muy fuerte de manera que el esfuerzo fue menos de lo esperado al tener la correntada a su favor.
Una vez superada la etapa del H2O venía la de dos ruedas: las bicicletas esperaban en el parque cerrado donde partieron desde el Necopesca por la Avenida Jesuita Cardiel en dirección a la circunvalación donde se halla la policía caminera para recorrer los 20K previstos.
Esta parte fue la toma de contacto con la realidad; el fuerte viento norte que tenían en contra fue la contracara de la bajante a favor del rio y advirtió a cada uno de los competidores sobre las bicicletas que esta era una competencia, no un paseo.
Así fueron saliendo para enfrentar al viento donde a esa hora de la mañana era muy fuerte. Para la vuelta las cosas fueron más aliviadas, porque ahora el aire del norte empujaba a los “Bikers” alcanzando una velocidad elevada, como la temperatura que se hacía sentir. El viento a favor los ayudó a recuperarse en parte, del esfuerzo del inicio aunque no habría tiempo para el relajo,
El primero en arribar al Necopesca fue el favorito y quien casi todos, o muchos imaginaban que se quedaría con la prueba; el experimentado Cristian Carletto de Mar del Plata, ganador de la edición anterior, quien había logrado aventajar por casi 38 segundos al escolta más próximo.
Para la última etapa, la de pedestrismo y con el favorito a la cabeza, la situación volvía a ponerse difícil; la bienvenida al circuito de calle era nada menos que la loma de la Avenida 58 en dirección centro.
Las subidas, bajadas y retomes en la parte de atletismo fueron las pruebas más duras, según quienes estuvieron participando ya que los continuos cambios de ritmo dificultaban las cosas haciéndolo bastante extenuante y cansador los 5K.
Este circuito aeróbico constaba de dos giros, donde en el primero Carletto aún era quien dominaba las acciones aunque ya para la segunda, en la vuelta quien estaba en punta era uno que nadie tenía en los planes; Nicolás Rosenbaum de Haedo de tan solo 21 años seguido por Carletto en la segunda posición.
A esta altura ya nada movería el uno-dos quedándose con la prueba el de Haedo Nicolás Rosenbaum por sobre el de Mar del Plata quien le arrebató la general recorriendo el circuito en 59m07s, en tanto Cristian Carletto marcó 59m17s. El podio lo completó Iván Anzaldo de Mar del Plata con 59m31s. para el uno-dos-tres que curiosamente cada uno ganó una etapa diferente: Rosenbaum la de pedestrismo, Carletto la de ciclismo y Anzaldo natación.
Entre las damas, la ganadora fue para la internacional de Ucrania: Dasha Fedchenko por una amplia diferencia subió a lo más alto del escalón del podio al cronometrar 1h10m15s. mientras que en la segunda posición fue para la de Azul Joanna Pennella quien detuvo el reloj en 1h12m02s. El bronce quedó para la tresarroyense Lucia Dibbern con un tiempo de 1h1249s.
Luego de la prueba que fue organizada prolijamente por la FeBoTria en tiempo y forma hubo tiempo para el refrigerio, los mates y el disfrute de una jornada excelente para vivir al aire libre al reparo de la ribera del Necopesca que invitaba a quedarse todo el día.
Luego del mediodía fue el momento de la entrega de premios donde subieron a los podios cada uno de los ganadores según su categoría recibiendo el aplauso de los presentes, y si hubo un ganador en el “Aplausómetro”, fue la familia Bardin, quien junto a los protagonistas principales, Damián y Gustavo se robaron todos los aplausos y hasta alguna lagrima en reconocimiento a la entrega y el amor por el deporte y la vida además de recibir también los trofeos correspondientes a su categoría.