En la madrugada del 14 de febrero de 1988, el cuerpo sin vida de Alicia Muñiz yacía sin vida en una casa de la ciudad balnearia de Mar del Plata. La mujer había caído del balcón luego de ser estrangulada y golpeada por su pareja y excampeón del mundo del boxeo, Carlos Monzón.

El hecho ocurrió minutos antes de las 6 de la mañana del día de los enamorados en una casa quinta del barrio La Florida, en Mar del Plata. Debido a una discusión relacionada con la cuota alimentaria de Maximiliano Monzón, el hijo de 6 años que tenían en conjunto, el boxeador tuvo un arranque violento y comenzó a golpear a la víctima, para terminar tirándola del balcón. Sin embargo, no era la primera vez que había reaccionado de esa manera.

La pareja se conoció en 1978, en un encuentro que fue calificado por los presentes como “amor a primera vista”.

Para ese entonces, Monzón se había retirado del boxeo, mientras que la carrera de actuación de Muñiz estaba en su apogeo. La uruguaya ya había compartido la pantalla con Jorge Porcel y Alberto Olmedo y había filmado varias películas. Incluso estuvo en el escenario como vedette junto a Moria Casan, Mimí Pons y Adriana Aguirre.

Si bien en un principio no se reportaron problemas en la relación, a los nueve meses de iniciada la misma Alicia intentó separarse, pero se reconciliaron. El boxeador se mostraba celoso y posesivo con la mujer, lo que complicó su carrera y la obligó a apartarse del ojo público.

A pesar de esto, en 1981 se casaron en Miami, Estados Unidos, y en diciembre de ese mismo año nació Maximiliano, el único hijo que tuvieron en conjunto. Sin embargo, luego volvieron a separarse. Meses antes del crimen, el boxeador no cumplía con el pago de la cuota alimentaria, por lo que la exmodelo había iniciado una demanda contra el padre de su hijo.

Luego de la última separación, la mujer había vuelto a Uruguay, su país natal. Intentó retomar su carrera e incluso había rumores de que estaba saliendo con otro hombre, pero su expareja la celaba, oponiéndose a que trabajase como modelo o que se vinculara amorosamente con alguien más.

Monzón tenía antecedentes violentos con sus parejas. En ese sentido Susana Giménez, de quien se había separado unos meses antes de conocer a la víctima, había denunciado de manera pública los arranques violentos del excampeón mundial. Incluso en 1976 fue noticia por golpear a la diva en un hotel de Roma.

Dos años antes, en 1974, el boxeador había sido detenido por agredir a su primera esposa, Mercedes Breatriz “Pelusa” García. Además, la mujer lo había denunciado por la violencia ejercida hacia ella.

Previo al trágico desenlace, en 1980, Alicia había declarado en los medios su ruptura con Monzón debido a su actitud violenta. “Lo dejé, bebía demasiado. Compartimos muchas cosas, pero él es agresivo con todo el mundo y yo no podía ser la excepción. Tiene momentos agresivos. Aunque nunca me faltó el respeto, Carlos es un chico que quiere un juguete con todas las ansias y, una vez que lo tiene, lo destroza. Cuando recién empezamos a salir, una noche me dijo que no me enamorara de él porque me iba a destrozar”, comentó en una entrevista con la revista La Semana.

La pareja tuvo un único hijo, Maximiliano Monzón, que se encontraba en la habitación donde ocurrió la pelea en la noche del crimen.

Tres años más tarde, declaró que su pareja “está tomando mucho”. Incluso reafirmó los comportamientos negativos de Monzón cuando declaró al año siguiente que “es un hombre que no admite la verdad de los otros. Tapa los problemas, no los quiere ver. Y cuando tiene uno, reacciona agresivamente”

Durante su relación con Monzón, Muñiz realizó dos denuncias por “violencia doméstica” el 12 de agosto de 1986 y el 12 de octubre de 1987. En la primera ocasión, acompañó el documento con una carta donde relató los episodios de violencia que vivía con su pareja: “Yo, Alba Alicia Muñiz Calatayud conviví con el señor Carlos Monzón desde mayo de 1979 hasta el 12 de agosto de 1986. Mi separación se dio por problemas de agreciones (sic) en situaciones críticas, estando Carlos siempre en estado de ebriedad”. Sin embargo, sus pedidos fueron ignorados.

En enero de 1988, un mes antes del crimen, la pareja había aparecido públicamente en Mar del Plata, pero luego Alicia regresó a Uruguay. En febrero de ese mismo año, Monzón estaba vacacionando con su hijo en La Feliz, en una casa alquilada por su amigo Adrián “Facha” Martel, ubicada en una zona residencial.

La mujer no veía a su hijo desde hacía un mes, por lo que Monzón le había dicho que le entregaría al niño si iba a buscarlo. Muñiz se acercó al lugar con la idea de llevarse a Maximiliano con ella de regreso a su país natal, así como de pedirle al boxeador un aumento en la cuota de alimentos.

La exmodelo llegó a la ciudad balnearia el sábado 13 de febrero por la mañana. Durante esa jornada, Alicia, Monzón y Maximiliano estuvieron junto a otros invitados, y durante la noche la pareja fue al Hotel Provincial para saludar al animador Sergio Velasco por su cumpleaños. Desde allí, los dos se dirigieron hacia el Club Peñarol invitados por Adrián Martel.

A la madrugada del domingo volvieron a la casa en un taxi. Según la versión de Monzón, allí comenzó una fuerte discusión entre la pareja por un tema relacionado al dinero de la cuota mensual que le daba a su hijo.

Como el boxeador había estado bebiendo durante todo el día, reaccionó agresivamente, pegando y estrangulando a la modelo hasta que quedó inconsciente para luego arrojarla por el balcón. Rafael Crisanto Báez, un cartonero y testigo clave por presenciar el hecho, declaró que la pelea comenzó antes de ingresar a la casa.

La víctima, de 32 años, presentaba fracturas múltiples de cráneo, una lesión en el codo derecho y una fractura de la rótula izquierda. La imagen de su cuerpo, que tenía solo una bombacha, fue tapa de diarios y revistas del momento.

La mujer fue sepultada en el cementerio de Chacarita, pero luego cremaron sus restos y los trasladaron a Uruguay.

Tres días después del fatal desenlace, el 17 de febrero, los restos de la modelo uruguaya fueron sepultados en el panteón de Actores del cementerio de la Chacarita. En 1992 su familia decidió cremar sus restos y trasladarlos a su país natal.

Entre “asesino” y “dale, campeón”: el juicio y la condena de Monzón

El juicio contra Monzón por el asesinato de Muñiz comenzó el 26 de junio de 1989 en Mar del Plata. Crisanto Báez, que fue alertado por los gritos de la mujer en la noche de los hechos, declaró ante la Justicia que el boxeador tomó a Alicia del cuello y luego, cuando ella se desmayó, la arrojó desde el balcón “como una bolsa de papas”. Según el relato del cartonero, luego el excampeón se cambió el pantalón por un pijama y “se arrojó encima de ella”.

Monzón quedó internado ya que había sufrido la fractura de la clavícula izquierda y de dos costillas luego de tirarse por el balcón. En su primera declaración ante el juez Jorge Gabriel García Collins, el boxeador había explicado que tanto él como Alicia cayeron del balcón de manera accidental: “Nos caímos con Alicia del balcón. Tuve una discusión con mi señora, que se quiso tirar por el balcón, me agarró a mí y nos caímos los dos”. Sin embargo, la autopsia revelaba que él había hecho “presión digital sobre el cuello hasta producirle un estado de inconsciencia”, para lanzarla luego al vacío con el propósito de matarla.

Apenas recibió el alta, el 22 de febrero, Monzón fue trasladado a la Unidad Penal de Batán donde permaneció detenido por su argumentación débil. Finalmente, fue declarado culpable por “homicidio simple” (como se casaron en otro país, no fue agravado por el vínculo) el 3 de julio de 1989. Para su sentencia, la Justicia tuvo en consideración los antecedentes de violencia de género contra sus exparejas y las denuncias de la propia Alicia.

El deportista fue condenado a 11 años de prisión, de los cuales solo cumplió 5. Monzón realizó parte de su condena en la cárcel de Batán y luego fue trasladado a un penal en Santa Fe. Maximiliano, el hijo de ambos, quedó en custodia de sus abuelos maternos.

El 8 de enero de 1995, Monzón murió en una de sus salidas transitorias. Mientras volvía a la cárcel de Las Flores, el exboxeador volcó con su auto en la ruta Nº 1, cerca de la localidad de Santa Rosa de Calchines, a unos 35 kilómetros de Santa Fe, en un accidente fatal.

Camilo Sánchez, autor del libro La Feliz en el que habla del asesinato de la modelo uruguaya, se refirió a la división que generó en la sociedad argentina el accionar del boxeador. “Cuando se hizo la reconstrucción del hecho había como 500 personas en ese lugar, la calle Pedro Zanni. Había personas que le gritaban a Monzón ‘asesino, asesino’; y otros que le gritaban ‘dale, campeón’”, recordó.

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