El presidente Alberto Fernández arribó este domingo a los Estados Unidos, para mantener el miércoles próximo en Washington una reunión bilateral con su par estadounidense Joseph Biden.

La Casa Blanca confirmó en la noche del sábado ese encuentro desde su sitio oficial, a través de un anuncio de la secretaria de prensa de la administración demócrata, Karine Jean-Pierre.

La bilateral entre Fernández y Biden será a “agenda abierta”, informaron fuentes de la Presidencia argentina.

Será un encuentro de 90 minutos bajo el sistema 1+1, es decir solo con la presencia de ambos mandatarios, y luego se hará una Declaración Conjunta a la prensa.

Fernández planteará el tema de la sequía en la Argentina como problema en los ingresos de dólares al país por la caída de las exportaciones en la próxima cosecha.

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Es sabido que Estados Unidos no tiene intenciones de cambiar su sistema financiero, pero Fernández aprovechará la posición “influyente” que tiene Washington en los organismos multilaterales de crédito en la idea de poder conseguir algunos beneficios por parte de ese sector, remarcan en la comitiva que acompaña al jefe de Estado.

Fernández dialogó con su par español Pedro Sánchez en la reciente XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y Gobierno en Santo Domingo, República Dominicana, precisamente sobre “cómo terminan los bancos” en “un sistema agotado que cada 15 años nos pone a todos en ascuas”, sostuvieron. Así se expresaron en referencia a “burbujas financieras que buscan el socorro al estallido”.

En tanto, en el informe de anoche de Jean-Pierre se adelantó que el miércoles Fernández y Biden “celebrarán los 200 años de relaciones bilaterales” y “reiterarán la solidez de la asociación entre Estados Unidos y Argentina” con una agenda que abordará cómo “continuar asociándose para abordar los desafíos globales”.

En el temario a tratar por los dos jefes de Estado, amplió la vocera, aparecen “los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología”, como también “la cooperación económica” y los “valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos”.