Cuatro allanamientos se concretaron ayer en distintas zonas donde se radica la comunidad zíngara en Necochea y Quequén, en el marco de una investigación por un robo, bajo la modalidad de “cuento del tío”.
En una operación conjunta, DDI, con las tres comisarías de Necochea y Quequén y el Comando de Patrullas, irrumpieron en la tarde de ayer de manera simultánea en cuatro viviendas de la zona de 91 al 1100; 42 al 3200, 38 al 4100 y 531 entre 528 Y 530 de Quequén.
La investigación, a cargo de la fiscalía de Guillermo Sabatini, se originó tras la denuncia de una vecina de 78 años que, el pasado 12 de agosto, recibió una llamada a su teléfono fijo por parte de una mujer que se hizo pasar por su nieta.
La llamante le indicó que su madre debía pagar una deuda muy importante y, en el transcurso de la charla, le iba sacando información a la víctima que le terminó confesando que tenía 2000 dólares ahorrados, escondidos en su casa.
En ese contexto, la supuesta “nieta” le dijo que pusiera el dinero en una bolsa que debía dejar en el cordón de la vereda y que ella la pasaría a buscar.
La abuela cumplió con las indicaciones y, una vez depositada la bolsa en la vía pública, se quedó mirando por la ventana, logrando divisar como una camioneta de gran porte se llevaba sus ahorros.
Luego llamó a su nieta verdadera quien le explicó que nunca le había pedido el dinero, cayendo en la cuenta que había sido víctima de una estafa. De inmediato la mujer se dirigió a la comisaría Tercera para radicar la denuncia.
A través de la recepción de testimonios y análisis de las cámaras de seguridad, los efectivos de la DDI lograron establecer que los estafadores se movilizaban en una camioneta Amarok de color gris, con la que pasaron a recoger el dinero por la casa de la víctima.
Además, los investigadores comprobaron que, a bordo del rodado, iban al menos cuatro personas pertenecientes a la comunidad Zíngara de nuestra ciudad, que ya había cometido hechos de similares características.
Así las cosas, y con las pruebas colectadas, la Justicia de Garantías autorizó los allanamientos en los que se logró dar con la camioneta y se pudo secuestrar teléfonos celulares y prendas utilizadas al momento del hecho.
Las personas investigadas no se encontraban en las viviendas en el momento de concretar los procedimientos, a excepción del propietario de la Amarok, un sujeto de 61 años, que quedó procesado por el delito de extorsión.