Un amplio y rápido procedimiento policial abortó un robo a mano armada en un comercio, siguió con una persecución y el allanamiento de una vivienda, que dejó el saldo de dos personas apresadas (hombre y mujer) en Quequén. Los acusados comparecieron en Fiscalía y ahora se aguarda la respuesta de un pedido de detención para ambos.
El episodio de inseguridad que alcanzó ribetes cinematográficos ocurrió pasadas las 16,30 de este miércoles en un local de venta de frutas y verduras situado en calles 560 y 525, en momentos que registraba público haciendo compras.
Según pudo reconstruir TsnNecochea a través de fuentes policiales y judiciales, la cronología de los hechos se inició al llegar al negocio una motocicleta con dos ocupantes a bordo. El sujeto descendió de la parte posterior y la mujer, con casco colocado, aguardó en el exterior haciendo de campana
Llamado clave, fuga y primera aprehensión
En el interior del comercio el delincuente se dirigió directamente hacia el propietario y apuntándolo con un revólver le exigió la entrega de dinero; todo ante la sorpresa y temor de los clientes presentes.
Sin embargo, esa situación no pasó inadvertida en algunos vecinos que dieron aviso al 911. De inmediato acudieron varios móviles policiales de distintas reparticiones que hizo desistir al sujeto de sus intenciones ilícitas, dándose a la fuga del lugar.
Lo hizo en forma veloz y de a pie, por 560, y esgrimiendo el arma de fuego de manera intimidante a fin de impedir la persecución. Los policías adoptaron los recaudos necesarios y salieron en su búsqueda, previamente atraparon a la mujer en el frente de una vivienda de 560 N°1332, en la que ingresó el malhechor y a tan solo una distancia de cien metros del mencionado comercio.
Resistencia y amenazas de muerte
Para evitar su huida fue montado un amplio operativo en torno al inmueble y las inmediaciones.
Al cabo de unos minutos decidió salir del domicilio con el propósito de impedir la detención de la mujer, con la particularidad que vestía otras prendas y a viva voz lanzaba acusaciones de muerte a los policías. La superioridad de efectivos lo redujo pese a su actitud de resistencia, que continuó en el interior del patrullero provocándose lesiones.
Si bien no se conocieron las identidades de los aprehendidos se pudo saber que la mujer cuenta con 41 años de edad y el hombre 36, siendo ampliamente conocido por sus antecedentes penales, principalmente por delitos contra la propiedad.
No hallan el arma
El procedimiento contó con una tercera y última etapa: un allanamiento en el domicilio donde se refugió el aprehendido. Se hizo presente el fiscal Carlos Larrarte, quien por razones de urgencia y habilitado por la legislación penal vigente, dispuso el ingreso de la policía, medida que comunicó al juzgado de garantías interviniente.
La diligencia judicial permitió el secuestro de ocho municiones calibre 38, armas de juguete; prendas de vestir; bebidas sustraídas, dos pares de zapatillas deportivas y la moto utilizada para cometer el hecho.
No obstante, no se pudo hallar el arma de fuego, presumiéndose que el acusado la descartó durante la huida
Entre otros elementos la pesquisa cuenta con la declaración de la víctima, declaraciones de testigos y registros de cámaras de seguridad.
En la audiencia de declaración indagatoria el hombre optó por guardar silencio, mientras que la mujer se desvinculó de la acusación que pesa en su contra. Admitió haber trasladado al hombre desconociendo cuáles eran sus intenciones una vez que arribaron al comercio.
Definen situación procesal
En base a la pruebas reunidas en esta etapa de la investigación el fiscal de Delitos Complejos imputó a ambos por el delito de robo agravado por el uso de fuego,cuya actitud para el disparo no se tiene acreditada, en grado de tentativa. Asimismo, el sujeto sumó la acusación de coacción agravada por el uso de arma de fuego, en concurso real de delitos.
Con esas calificaciones Larrarte elevó un pedido de detención que está en poder del Juzgado de Garantías N° 2 , de cuyo análisis depende la situación procesal de los aprehendidos.