Desde la primera imagen con barbijo hasta la actual sin su utilización, el cuerpo de los ocho rugbiers tiene algo que decir aunque no se usen palabras.
Por Micaela Cendra
Dos fotos, una semana de diferencia. Este lunes el Tribunal de Dolores permitió que las cámaras de televisión y fotografía ingresen a la sala para poder capturar la imagen de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, esta vez sin barbijos.
Ante la circulación de dichas imágenes el comportamiento y las expresiones de los rugbiers denotan ser otra noticia que conlleva en este juicio y por este motivo NA conversó con Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal y perito en Lenguaje Corporal del caso Belsunce.
Al ser consultado sobre si hubo alguna modificación entre una imagen y la otra, Lescano explicó: “Con el tapabocas los jóvenes ya habían expresado sus emociones de una forma muy clara. Tenían los ojos entornados, por ejemplo, Lucas Pertossi reflejaba abatimiento, resignación. Otro caso, el de Blas Cinalli, tenía los párpados elevados”.
Aun así, sostuvo que sin barbijo “lo llamativo es que todos tienen la boca cerrada, los labios sellados, algo a tener en cuenta porque pensemos que ellos nunca hablaron por ningún medio. Nos indica que no tienen expectativas de lo que va a ocurrir porque ya lo saben, no tienen ni siquiera una leve emoción de ‘esperanza’”.
A pesar de que muchos manifiestan que en la sala del TOC 1 los acusados no dan señales de lo que sienten, Hugo manifestó que solo con mirar sus caras podemos ver “microexpresiones que revelan sus estados anímicos. La ‘expectativa social’ es que ellos se muestren compungidos, tristes, pero es todo lo contrario y por eso la situación se torna más compleja para quienes siguen el caso”.
Qué dice el lenguaje corporal de los acusados
Con un comportamiento grupal y continuo, algunos señalan que los acusados fueron coacheados, pero para Lescano no: “Advierto que si fue así fueron muy mal enseñados porque lo peor que pueden hacer es mostrar que no les importa”.
“Sin los barbijos se pudo observar aun mejor que la mayoría está con la mirada hacía bajo y al centro lo que demuestra ser la primera vez que se dejan ver emociones autoreferenciales que son negativas y que se relacionan con la vergüenza por el hecho o la circunstancias en las que fueron fotografiados. Antes capaz eran reacciones más del desafío y la ira, pero ahora empiezan a aparecer de lo que ellos sienten”, explicó.
“La figura de equipo está en esa imagen y en las anteriores. Se identifica porque se contagiaron las emociones, se aprecia el contacto físico cuando están sentados, es decir como se tocan los brazos”, resaltó.
Es importante destacar que en la observación de la última imagen de los acusados se puede ver como Lucas Pertossi ya está presentando síntomas de no estar de acuerdo o no sentirse parte del grupo: “Se inclina hacia delante para no tocar a la persona de su derecha. Cuando estamos en grupo esto se ve a partir de la proximidad del entorno porque el cerebro no nos deja elegir racionalmente, nos gana de mano”.
Por último, resaltó que lo primero que se puede ver es que tienen miedo y la explicación que dio Lescano es que “los mamíferos nos quedamos quietos cuando tenemos miedo. Si no hay movimientos es el reflejo de dicha emoción tanto grupal como individualmente”.