El grupo “1 Litro de leche por Mes. Necochea Puede” está cumpliendo hoy 13 años del día que comenzaron con la primera campaña para colaborar con merenderos y comedores de la ciudad.

Hoy son más de 30 las instituciones que cada mes reciben lo acopiado en las colectas que realiza este grupo de amigos que, ni siquiera durante la pandemia, detuvo su espíritu solidario.

En diálogo con TsnNecochea, Silvia Orofino, quien fue la impulsora de la iniciativa, recordó que todo se inició cuando ella recién se había comprado una computadora y comenzó a investigar en internet.

“Había un grupo en Buenos Aires que hacía este trabajo y la idea era que, si tenés una plaza cerca, podés hacer lo mismo” relató Silvia que, de inmediato, decidió convocar a algunas familias y amigos para comenzar con este proyecto bajo el nombre “1 litro de leche por mes. Necochea Puede”.

“Arrancamos y nunca paramos. Seguimos, e incluso durante la pandemia lo seguimos haciendo porque entendimos que, si los merenderos y comedores se ponían al frente y la gente retiraba de las puertas la comida y la leche, nosotros no podíamos parar tampoco” indicó.

Silvia asume que, en todos estos años, ya perdió la cuenta de cuántos litros han llegado a juntar, pero aclara que “son miles y miles que donamos, porque son más de 30 merenderos con los que colaboramos”.

Audio Silvia Orofino:

Además, a su trabajo, se suma la colaboración externa que reciben de postas solidarias como los “Locos por los Cuatris”, el cantante José Luis Rodríguez, Veteranos del Fútbol, “y mucha gente de la que no me quiero olvidar”.

“En los comienzos, el grupo estaba conformado Magdalena, Alba, René, Gino, Normita, luego se unieron Susana, Mara, Malena, Lise, Silvia y José” rememora Silvia, para destacar los nombres de los que todavía hoy siguen dando vida a estas colectas: “ahora siguen, Ester Acacio, Mónica Sotuyo, Susana Bonilla, Silvia Reynoso, Mirta Rugiero, Lili Penzo, Guillermo Carral y Obdulio Fernández”.

Todos ellos, los de antes y los de ahora, celebran hoy los trece años de un sueño que se concreta cada mes, sin importar las vicisitudes, en ese encuentro con la comunidad en la esquina de 59 y 62, donde el grupo de voluntarios se reúne para recibir las donaciones.

Un ejemplo de perseverancia, de solidaridad y, sobre todo, de demostrar en todos estos años que, cuando se quiere, “Necochea puede”.