Sorteadas todas las medidas cautelares presentadas en la Justicia que recibió a lo largo de los últimos dos años, finalmente es inminente el inicio de las tareas de exploración sísmica para determinar si hay petróleo a poco más de 300 kilómetros de la costa.

Tras haber zarpado de Ghana, el buque BGP Prospector permanece fondeado frente al puerto de Montevideo, en Uruguay, y muy posiblemente el viernes se traslade hacia la zona del bloque CAN-100, el pozo localizado en aguas profundas a 315 kilómetros de la costa que planean perforar en 2024 Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Shell y Equinor en conjunto.

El buque de bandera de Bahamas, de 100 metros de eslora y 24 de manga, se trasladaría en los próximos días hacia la zona de operación y hará un primer foco en el pozo Argerich, donde a través de una serie de cables gruesos llamados streamers, captará datos sísmicos del subsuelo que luego serán procesados por geocientíficos para identificar las zonas en las que puede haber crudo.

En paralelo, el jueves se prevé que organizaciones ambientalistas en contra de la actividad se manifiesten en las oficinas de la petrolera noruega ubicadas en el barrio de Puerto Madero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). A pesar del rechazo de una parte de la población, en la actividad saben que tienen luz verde de la Justicia para avanzar con las tareas que permitan conocer si finalmente hay o no combustibles fósiles en aguas ultra profundas.

Este mismo buque ya había tocado el puerto de Montevideo en noviembre del año pasado, cuando después de una larga espera, finalmente se retiró hacia otras aguas ante las dilaciones que había en la Justicia y que mantenían frenado, en aquel entonces, la exploración de la Cuenca Argentina Norte. Para cancelar el contrato, las compañías tuvieron que pagar US$ 6 millones por la disponibilidad del buque y una multa.

Asimismo, las fuentes oficiales del sector hidrocarburífero consultadas por este medio ratificaron que el barco Valaris DS 17 que se encargará de realizar la perforación en el pozo por estos días trabaja en la costa de Brasil y, según autorizó la Secretaría de Cambio Climático en julio pasado, tiene previsto avanzar a una profundidad de 1.527 metros al lecho marino y a más de 4.000 metros bajo el suelo entre el 15 de diciembre de 2023 y el 15 de junio de 2024.

Finalizada la evaluación, el pozo sería cerrado de manera permanente con cemento, en cumplimiento de todas las medidas de seguridad necesarias, siguiendo los protocolos para dicha actividad. Dicho proceso llevaría aproximadamente 60 días. En el caso de encontrarse petróleo o gas, el proyecto Argerich I ingresaría en la siguiente etapa, que es la que establece límites del yacimiento con pozos diseñados para testear el fluido de producción. Luego, en una tercera etapa, se perforarían los pozos para producir petróleo comercialmente.

El área a explorar tiene grandes similitudes geológicas con las costas de Namibia y el inicio de las tareas enciende grandes expectativas después de los hallazgos de importantes dimensiones que se concretaron en África: En el bloque Graff-1, Shell encontró crudo liviano y podría alcanzar los 1000 millones de barriles, mientras que el yacimiento Venus, de la francesa Total, podría albergar hasta 3000 millones.

Los estudios preliminares realizados por YPF consideran que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200 mil barriles de petróleo día, equivalente a casi el 40% de lo que hoy produce el país.

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