Terminaba un domingo más de pandemia y un intenso humo empezó a cubrir gran parte de la Villa Balnearia. Sirenas y la noticia que no tardaba en llegar: se incendiaba otra vez el complejo Casino.
El fuego se había iniciado en el interior del abandonado auditórium y controlarlo demandó más de cinco de horas de un intenso trabajo de los bomberos. Los vecinos se acercaban a la avenida 2, ya cortada y custodiada por personal de tránsito y de Defensa Civil, para observar la triste postal que se repetía una vez más. Era el segundo incendio que debía soportar el deteriorado edificio, inaugurado en 1973; antes había sido en 2001, cuando las llamas devoraron el sector conocido como Z2, donde funcionaba la sala de juegos.
En las primeras horas del lunes, personal de bomberos y de Policía Científica realizaron las pericias para determinar las causas fenómeno y la investigación quedó a cargo del agente fiscal Walter Pierrestegui, quien se hizo presente en el lugar y recorrió las instalaciones para observar los daños que produjo el fuego en lugar.
Al retirarse del lugar, el fiscal Walter Pierrestegui sostuvo que “sólo la estructura” se salvó del fuego: de todo lo demás no quedó nada sano, todo consumido por el fuego. Y señaló que ahora resta aguardar qué determinan las pericias de los bomberos y policía científica respecto del origen del incendio.
Nunca se supo quién prendió fuego el casino, lo cierto que se determinó que era imposible para el estado poder solventar seguir manteniendo el edificio.
Mientras tanto, el Concejo se debe elaborar un nuevo llamado a licitación para el edificio, pero antes, provincia debe permitir que lleguen las máquinas tragamonedas para que el negocio sea rentable para quien lo adquiera.
En julio de este año, el secretario de Legal y Técnica del municipio, Ernesto Povilaitis, señaló que hay una tasación oficial, hecha por una comisión integrada por empleados y funcionarios municipales, por el Colegio de Martilleros de Necochea y el Colegio de Arquitectos de la delegación de Necochea. Esa tasación arrojó un valor de 9 millones de dólares por todo el complejo.