Dos años atrás, el 3 de marzo de 2020, se confirmaba el caso cero de Covid-19 en la Argentina. Algo que parecía lejano, y que sólo afectaba a Oriente y otros países del mundo, desembarcaba en esta parte del mundo. El primer infectado era un hombre de 43 años que había regresado de Italia.
En medio de la incertidumbre, y ante la crisis que se desataba al otro lado del Atlántico, el Gobierno nacional decretó una cuarentena total en todo el territorio. Era 20 de marzo, y existía un consenso político tal vez inédito en la historia reciente. “Usted es el comandante en la batalla, somos uno solo en esta pandemia”, le dijo al presidente Alberto Fernández el diputado y presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, en un posteo que aún hoy se puede encontrar en su perfil de Twitter. Comenzaron entonces las recordadas conferencias de prensa conjuntas entre Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof.
Sin embargo, la relación entre el oficialismo y la oposición, y parte de la sociedad, se fue deteriorando con el tiempo. Ese desgaste se debió a una serie de acontecimientos que marcaron estos dos años.
El 7 de marzo, el Ministerio de Salud confirmó la primera muerte del país y de América Latina. Un hombre de 64 años que había viajado a París, Francia; tenía enfermedades preexistentes que complicaron su cuadro.
Sanitariamente, el enfoque de Argentina para enfrentar la pandemia se caracterizó por una cuarentena (aislamiento) temprana y estricta que abarcó todo el país durante 37 días, seguida de una flexibilización por regiones, que permitió levantar la cuarentena en la mayor parte del país, para establecer protocolos de distanciamiento, manteniéndola en las áreas de alto contagio.
El 16 de marzo la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur fue la primera en decretar la cuarentena en su territorio. El 18 de marzo otras siete provincias decretaron la cuarentena. El Presidente de la Nación Alberto Fernández decretó la cuarentena en todo el territorio nacional a partir del 20 de marzo, manteniéndola en modo obligatorio hasta el 26 de abril.
A partir de ese día cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires, supervisadas por el gobierno nacional, quedaron facultadas para salir del aislamiento obligatorio, pero estableciendo protocolos que garanticen el «distanciamiento» social. A lo largo de mayo, varias provincias (La Pampa, Formosa, Mendoza, Salta, San Juan) finalizaron la cuarentena para permitir reuniones familiares, sociales de hasta diez personas y hasta salidas recreativas en espacios públicos.
El 4 de junio el presidente Fernández anunció que 18 provincias habían finalizado la cuarentena sobre todo su territorio y estaban bajo un régimen de «distanciamiento» con protocolos sanitarios. Inicialmente, solo cuatro áreas urbanas mantuvieron el aislamiento: el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el Departamento San Fernando de la Provincia del Chaco, el Departamento Rawson de la Provincia del Chubut y el Área Metropolitana Córdoba. Posteriormente, nuevos brotes obligaron a varias ciudades a volver al aislamiento.
El Estado nacional tomó una serie de medidas de emergencia (emisión monetaria, subsidios a personas y empresas, bolsones de alimentos, tarjetas alimentarias, prohibición de despidos, desalojos y corte de servicios públicos, créditos, desgravaciones impositivas) con el fin de garantizar que toda la población perciba un mínimo de ingresos y acceda a los alimentos, preservar los empleos y evitar que quiebren las empresas.
Entre las medidas económicas adoptadas se destacan el Ingreso Familiar de Emergencia y la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, conocidas por sus siglas IFE y ATP; el IFE es una suma fija para cada trabajador informal o autónomo de bajo ingreso,20 mientras que la ATP es una batería de herramientas de asistencia para las empresas, que incluye desgravaciones impositivas, créditos blandos y subsidios.21 Las provincias y la Ciudad de Buenos Aires tomaron medidas complementarias.
Hasta el 20 de febrero de 2022, se contabiliza la cifra de 8,827,504 casos confirmados, 125,278 fallecidos y 8,583,507 recuperados del virus.