Una insólita situación se vivió este viernes en el barrio porteño de Saavedra, cuando agentes de la Policía de la Ciudad incautaron una parrilla con las brasas encendidas.
Fuentes policiales informaron que uno de los vecinos llamó al 911 para quejarse porque unas 30 personas estaban haciendo un asado en plena calle, en infracción al artículo 85 del Código Contravencional.
Tras llegar al lugar los policías constataron que efectivamente un grupo de unas treinta personas estaban sobre una plazoleta llevando a cabo un asado. Algo por lo cual se les pidió que dejaran de hacerlo, y luego de una mediación los infractores guardaron la parrilla.
Sin embargo, en ese momento llegó al lugar un hombre que aseguró ser el representante de un comedor llamado “La Chilinga” y les pidió a quienes estaban que continuaran con el asado.
Por este motivo el grupo de personas volvió a sacar la parrilla, y tras esto los policías decidieron consultarle por la situación a la Fiscalía Flagrancia, Área Norte a cargo del Dr. Eduardo Mora.
El representante del Ministerio Público dispuso labrar la contravención, el cese de la utilización del espacio público y la incautación de la parrilla y los dos kilos de carne que estaban siendo cocinados.
Por este motivo los presentes se ofuscaron y empezaron a mostrarse hostiles con el personal policial, dificultando la tarea. No obstante, igualmente se pudo llevar a cabo lo dispuesto por la Justicia, secuestrándose la parrilla y la carne que fue enviada a bromatología. Horas más tarde, las autoridades policiales finalmente le devolvieron la parrilla a sus dueños.
Luego del operativo policial, alumnos de la escuela popular de percusión La Chilinga manifestaron su molestia por el procedimiento desarrollado frente al galpón de la sede, ubicada sobre la avenida Ruiz Huidobro entre Goyeneche y Holmberg.
En este sentido, una de las presentes en el lugar relató: “Como casi todas las noches hay grupos que ensayan, y en esta ocasión prendimos la parrilla para festejar algunos acontecimientos. Lejos de hacer lío, estábamos muy tranquilos esperando que se haga la comida que estaba en la parrilla cuando 4 agentes de la Policía de la Ciudad se acercan de muy mala manera para decirnos que hubo una queja de un vecino/a por el humo y que debíamos terminar con la actividad”.
En medio del operativo, la fuente agregó que “a la comida le tiraron con un matafuego y la pusieron en una bolsa, jamás tuvieron intención de devolverla o buena predisposición para solucionar el problema, generando aún más disturbios que el encuentro que llevábamos a cabo”, según publica Saavedra Online.