En septiembre de 2022, mediante una subasta electrónica, el 87,5% del inmueble quedó en manos del único oferente que se presentó al remate. Mucho se especuló desde entonces y hubo quienes hasta albergaron la esperanza de que se reabra la clínica.
Pero todo quedó el nada y el edificio se siguió deteriorando, mientras abunda en el lugar la suciedad y los roedores.
Durante un tiempo se repitieron hechos de todo y vandalismo, sin embargo, al parecer, ahora ya no queda nada por llevarse. Vidrios destrozados, pastizales, candados que sostienen rejas oxidadas y paredes llenas de grafitis, son el panorama de hoy.
En el medio, quedaron las enfermeras de la ex Regional que esperaban esa venta para poder cobrar lo adeudado cuando fueron despedidas en el año 2009. Todavía esperan que la justicia avance para poder, después de más de 15 años, acceder a sus liquidaciones.
Trascendió en su momento, cuando fue el remate, que el lugar había sido adquirido por un grupo de Buenos Aires dedicado a la venta de este tipo de edificios en estado de abandono. Lo pagaron menos de 24 millones de pesos y, al poco tiempo, un cartel de venta o alquiler se colocó en la fachada. Entonces, pedían 350 mil dólares por la ex clínica.
Un día el cartel fue retirado y nada más se supo. Mientras tanto, esa esquina, sigue siendo uno de esos huecos la ciudad “donde habita el olvido”.