A través de un comunicado, el Arzobispado de Rosario anunció su decisión de distanciarse del grupo “Soplo de Dios Viviente”, dirigido por Leda Bergonzi, y aclaró que la práctica de la imposición de manos es de exclusiva competencia de los sacerdotes de la Iglesia para la comunicación del Espíritu Santo.

Leda Bergonzi es una rosarina de 44 años y es llamada sacerdotisa, aunque es laica, no tomó ningún voto religioso.

Leda celebra sus misas de sanación junto a su grupo de oración llamado “Soplo de Dios Viviente”, que la acompaña con alabanzas previo al momento de imposición de manos. La catedral recibe a cientos de creyentes que esperan pacientemente a que ella se les acerque, los toque, ore y les hable en distintas lenguas.

Si bien el Arzobispado reconoce la presencia de signos positivos en las actividades que lleva adelante la mujer, señala también que hay elementos que necesitan ser purificados. En consecuencia, la Iglesia determinó suspender todas las actividades pastorales realizadas por este grupo en nombre de los católicos. Será, al menos, hasta que se completen los procesos de purificación demandados.

El comunicado también establece que Leda y su grupo son responsables de las actividades y espectáculos artísticos que realizan, así como de las declaraciones realizadas en los medios de comunicación. En este contexto, la Arquidiócesis ha reiterado que cualquier actividad relacionada con la imposición de manos y otros actos litúrgicos deben ajustarse a las normas y directrices eclesiales.

A pesar de la suspensión de actividades, el Arzobispado aseguró: “A fin de que el grupo Soplo de Dios Viviente pueda vivir plenamente una necesaria dimensión eclesial, se continuará ofreciendo tanto a Leda Bergonzi como a los demás miembros el acompañamiento pastoral y espiritual necesario”.

Asimismo, la Iglesia pidió a los fieles que acuden a las reuniones del grupo que se refugien “en la predicación de la Palabra de Dios, la gracia sacramental y el acompañamiento sacerdotal en cada una de las parroquias y comunidades eclesiales de la Arquidiócesis de Rosario”.

“Instamos a todos los fieles a seguir buscando la guía espiritual en sus comunidades parroquiales y a mantener la fe y la esperanza en la misión de nuestra Iglesia”, concluye el comunicado.

TN