Iban en una balsa de troncos a vela, sin timón. Como las que 3500 años antes de Colón usaban los africanos. Impulsados por la corriente marina y los vientos alisios. Sufrieron el sol abrasivo y una tormenta de cuatro días, pero 52 días después de haber iniciado la expedición en el puerto de Tenerife, en las islas Canarias, llegaron al de La Guaira. en Venezuela, el 12 de julio de 1984.

La proeza de cruzar en balsa el océano Atlántico la realizaron Alfredo Barragán (el capitán), Jorge Iriberri, Daniel Sánchez Magariños, Oscar Giaccaglia y Félix Arrieta.

El “El Vasco” Iriberri, nacido en Necochea en 1947, a los 17 años se fue a Mar del Plata con el propósito de estudiar Derecho, se recibió de abogado, pero nunca ejerció la profesión porque decidió atender la empresa familiar.

Fue el sub-capitán de la Expedición Atlantis, y en 1984 cruzó el Atlántico desde África hasta América a bordo de una rudimentaria balsa de troncos de madera balsa atados con cuerdas vegetales, con una vela cuadra, sin motor ni timó, junto al capitán Alfredo Barragán, Horacio Giaccaglia, Daniel Sánchez Magariños y Félix “El Chango” Arrieta.

Esta mañana, a 40 años, Iriberri reflexionó sobre es inolvidable proeza:

“40 AÑOS ES MUCHO, MUCHÍSIMO… Y NO ES NADA

Dirigido a TODOS los que sienten que de una forma u otra, llevan un pedacito de Atlantis en su corazón, y que en la barca de su vida, hay un parchecito de nuestra vela cosido en la suya, acompañándolos al destino que se propusieron en la vida.

Han pasado 40 años desde nuestra llegada a América, después de cruzar el océano en una balsa de troncos atados con cuerdas vegetales, sin motor, ni timón… 52 días flotando sobre la corriente y llevados por el viento…más de 44 años desde que empezamos a elaborar el proyecto … inaugurando los 80,  allá en el otro milenio… En un mundo muy distinto… donde no había teléfonos celulares, ni  fotografía digital, ni computadoras, mucho menos Google, ni Internet, todo costaba mucho tiempo, esfuerzo e imaginación… un mundo que a los mayores, aunque lo recordamos, nos cuesta recrear… un mundo que los jóvenes, como mis hijos, ni siquiera esforzándose logran imaginar… mirándolo así… 40 AÑOS ES MUCHO TIEMPO…

Pero hoy miro a mi alrededor, y me encuentro con mis amigos/hermanos de la balsa… los que vinieron a bordo, y los otros, los que dieron todo por ayudarnos, y la otra gente, miles de personas que nos alentaron y acompañaron en todas las etapas… desde que empezamos, hasta que llegamos… y los veo emocionándose por el nuevo aniversario, celebrando, compartiendo ahora con sus hijos y nietos como lo hacían entonces, los mismos valores, los mismos ideales , la capacidad de imaginar y soñar, el amateurismo, la planificación, el trabajo, la perseverancia… sintiéndose todos que merecidamente forman parte de esa irrepetible, desmesurada historia llamada Atlantis… Que pueden usar como expresión de sus deseos… “QUE EL HOMBRE SEPA, QUE EL HOMBRE PUEDE” … entonces me doy cuenta, agradecido por esta hermosa vida que me tocó vivir, por esta amorosa familia que siempre me acompaña, que 40 AÑOS NO ES NADA …

Muchas gracias a todos por tanto… una y mil veces más… Y sigamos navegando con Atlantis”.