En febrero, las tarifas de energía tendrán un nuevo aumento en todo el país, con el objetivo de reducir gradualmente de los subsidios en el sector y cumplir así con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional.
En línea con esto, la secretaría de Energía publicó los nuevos precios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), uno de los componentes del valor final de la tarifa.
Se trata de una suba que ya estaba prevista, y que tendrá diferente alcance para los bolsillos de los usuarios residenciales de ingresos altos y medios (nivel 1 y 3), pequeños comercios e industrias.
En la Resolución 54/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial, se conocieron los nuevos Precios de Referencia de la Potencia (Potref) y el Precio Estabilizado de la Energía (PEE), destinados a los agentes distribuidores o prestadores mayoristas. Los valores se establecieron en el marco de la Reprogramación Trimestral de Verano, para el período comprendido entre el 1° de febrero y el 30 de abril.
El resto de los ítems que componen la tarifa son impuestos, transporte y distribución, que tienen distinta incidencia según el distrito y explica la distorsión de precios entre las distintas regiones del país.
Según cálculos preliminares de Emilio Apud, exsecretario de Energía, el impacto final en la factura de Edenor y Edesur promediará entre el 17% y 20% para los usuarios residenciales de mayores ingresos. En cambio, la suba será alrededor del 8% para los hogares de clase media.
Tarifas para usuarios residenciales
Para los hogares de Nivel 2, categoría que engloba a aquellos de menores ingresos o que tienen algún tipo de ayuda social, la tarifa no sufrirá variaciones.
En cambio, para aquellos usuarios considerados de mayor poder adquisitivo (categorizados en el Nivel 1) o que no se anotaron en el Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE), el aumento del precio estacional de la energía será de entre 36,1% y 38,1%. Esto representa una reducción del 40% del subsidio que estaba vigente.
De acuerdo con el nuevo cuadro de valores, estos hogares pagarán por el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) entre $9.257 MW/h para la hora valle (de menos consumo) y $9.365 MW/h para la hora pico. Sin subsidios, costarían $13.090 y $13.102, respectivamente.
“Si bien desde el Ejecutivo dicen que se trata de la última suba, falta un largo trecho para que los usuarios del grupo 1 paguen la tarifa completa. Con esta nueva actualización, todavía están subsidiados en un 30%”, aseguró un economista experto en la materia.
Este aumento también impacta en aquellos usuarios de ingresos medios (Nivel 3), que tendrán incrementos aproximados del 26% por un bloque de consumo excedente de la demanda. En líneas generales, el Gobierno subsidia hasta un consumo mensual de 400 kWh para gran parte del país.
Desde la Secretaría de Energía afirman que se trata del tercer y último incremento del proceso de segmentación de tarifas para reducir los subsidios al sector.
De acuerdo con la estimación de Julián Rojo, economista del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, la quita de subsidios implicaría un ahorro de US$ 115 millones para el trimestre febrero-abril.
Sin embargo, este año podría haber nuevos incrementos para los usuarios. En parte, para actualizar los valores por inflación y, por otro lado, para aumentar los ingresos de las empresas distribuidoras y transportistas de electricidad, entre las que se encuentran Edenor y Edesur (AMBA), y las que operan en las diferentes provincias del país.
En este sentido, cabe destacar que el pasado 23 de enero se llevó a cabo la audiencia pública para la adecuación tarifaria del servicio de distribución de energía eléctrica, cuya resolución aún se encuentra pendiente.