La expedición Eslabón Perdido anunció que “pudo dar con la localización exacta del submarino hundido en proximidades de la localidad de Necochea a 4 kilómetros de la costa y 28 metros de profundidad”
Los datos obtenidos son concordantes con las filmaciones realizadas oportunamente por la Prefectura Naval Argentina que muestran un casco absolutamente destruido y enterrado hasta la cubierta. Entre los elementos que se pueden observar se encuentran escotillas, tanques de aire comprimido, agujeros ovales del casco exterior, bitas de amarre, parte de la torreta y periscopio de ataque, según señalaron.
Por sonar de barrido lateral e imágenes de ROV, la información recabada será analizada por expertos a los efectos de que se puedan tener más precisiones de las piezas registradas y el contexto general del sitio del naufragio.
“El lugar está siendo analizado con las consideraciones de una escena de un crimen” explicaron, aclarando que “es importante reconocer todos los detalles del mismo, bajo la hipótesis que la unidad naval fue detonada con explosivos”.
Esta operación pudo realizarse gracias a la colaboración permanente del Ministerio de Seguridad, de la Nación, encabezado por la Dra. Patricia Bullrich, el Prefecto Nacional Naval, Guillermo Giménez Pérez titular de la Prefectura Naval Argentina, como así también del Prefecto Principal Fernando Rodríguez, titular de la fuerza en Quequén.
La expedición del Eslabón Perdido, encabezada por el periodista, historiador Abel Basti, se pudo realizar gracias a la colaboración y financiación de la Fundación Reitich, cuyo fundador Jaime Philippe Reitich Baron, persigue el esclarecimiento de la verdad histórica jamás revelada.