La justicia de garantías otorgó la prisión preventiva para una pareja acusada de “Robo con arma de fuego y extorsión en tentativa”. Además, se confirmó también la elevación a juicio solicitada por el fiscal Carlos Larrarte.
El robo ocurrido en el local comercial de calle 560 y 525 de Quequén. Los autores, un hombre y una mujer, fueron aprehendidos sin lograr su cometido, gracias a un llamado que dio aviso al 911 y permitió el rápido accionar de personal policial.
El episodio de inseguridad que alcanzó ribetes cinematográficos el pasado 5 de abril en un local de venta de frutas y verduras, en momentos que registraba público haciendo compras.
Según pudo reconstruir TsnNecochea a través de fuentes policiales y judiciales, la cronología de los hechos se inició al llegar al negocio una motocicleta con dos ocupantes a bordo. El sujeto descendió de la parte posterior y la mujer, con casco colocado, aguardó en el exterior haciendo de campana
En el interior del comercio el delincuente se dirigió directamente hacia el propietario y apuntándolo con un revólver le exigió la entrega de dinero; todo ante la sorpresa y temor de los clientes presentes.
Sin embargo, esa situación no pasó inadvertida en algunos vecinos que dieron aviso al 911. De inmediato acudieron varios móviles policiales de distintas reparticiones que hizo desistir al sujeto de sus intenciones ilícitas, dándose a la fuga del lugar.
Lo hizo en forma veloz y de a pie, por 560, y esgrimiendo el arma de fuego de manera intimidante a fin de impedir la persecución. Los policías adoptaron los recaudos necesarios y salieron en su búsqueda, previamente atraparon a la mujer en el frente de una vivienda de 560 N°1332, en la que ingresó el malhechor y a tan solo una distancia de cien metros del mencionado comercio.
Para evitar su huida fue montado un amplio operativo en torno al inmueble y las inmediaciones.
Al cabo de unos minutos decidió salir del domicilio con el propósito de impedir la detención de la mujer, con la particularidad que vestía otras prendas y a viva voz lanzaba acusaciones de muerte a los policías. La superioridad de efectivos lo redujo pese a su actitud de resistencia, que continuó en el interior del patrullero provocándose lesiones.
Si bien no se conocieron las identidades de los aprehendidos se pudo saber que la mujer cuenta con 41 años de edad y el hombre 36, siendo ampliamente conocido por sus antecedentes penales, principalmente por delitos contra la propiedad.
El procedimiento contó con una tercera y última etapa: un allanamiento en el domicilio donde se refugió el aprehendido. Se hizo presente el fiscal Carlos Larrarte, quien por razones de urgencia y habilitado por la legislación penal vigente, dispuso el ingreso de la policía, medida que comunicó al juzgado de garantías interviniente.
La diligencia judicial permitió el secuestro de ocho municiones calibre 38, armas de juguete; prendas de vestir; bebidas sustraídas, dos pares de zapatillas deportivas y la moto utilizada para cometer el hecho.
No obstante, no se pudo hallar el arma de fuego, presumiéndose que el acusado la descartó durante la huida
En base a las pruebas reunidas en esta etapa de la investigación el fiscal de Delitos Complejos imputó a ambos por el delito de robo agravado por el uso de fuego, cuya actitud para el disparo no se tiene acreditada, en grado de tentativa. Asimismo, el sujeto sumó la acusación de coacción agravada por el uso de arma de fuego, en concurso real de delitos.