Esta creencia popular de la tormenta de Santa Rosa, que anticipa una fuerte lluvia en esta época, está vinculada con la celebración de Santa Rosa de Lima el 30 de agosto.
Los meteorólogos del SMN señalan que, para que se considere una tormenta, debe haber actividad eléctrica. Una lluvia que no esté acompañada de rayos y truenos no califica como tal.
Las tormentas suelen estar asociadas a nubes convectivas (cumulonimbus), que típicamente producen lluvias intensas, a veces con granizo o nieve, y fuertes vientos.
A pesar de esto, el SMN señaló que las condiciones climáticas pueden variar mucho este año. Las estadísticas del SMN sobre la Tormenta de Santa Rosa, recopiladas a lo largo de más de 100 años, muestran que en 65 de los 116 años analizados (56%), se registraron tormentas cerca del 30 de agosto. No obstante, estas no siempre estuvieron relacionadas con lluvias intensas o abundantes.
El estudio consideró datos recopilados entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre, desde 1906 hasta 2021, analizando la cantidad de días consecutivos con tormentas y la lluvia acumulada. Si se produjeron múltiples tormentas en esos 10 días, se tomó en cuenta el evento con mayor precipitación.
Hasta el momento, según el informe meteorológico, no se prevé que este año se sume un nuevo evento de la tormenta Santa Rosa a las estadísticas. Aún así, habrá que esperar para ver si este fenómeno se manifiesta o no.
Qué zonas afecta la tormenta de Santa Rosa
En cuanto a la geografía, la Tormenta de Santa Rosa es un fenómeno que afecta principalmente al centro y noreste argentino. En la Patagonia y el noroeste argentino, donde predomina la estación seca y los cielos despejados, este evento es raro.
Sin embargo, en el centro y noreste del país, las condiciones climáticas de finales de agosto, con el acercamiento de la primavera, generan un ambiente propicio para el desarrollo de tormentas. Aunque se espera que la Tormenta de Santa Rosa sea especialmente fuerte, no hay pruebas concluyentes de que siempre sea así.