5.5 fue el número que arrojó la prueba del alcoholímetro realizada al hombre del Pilar que días atrás chocó un poste de luz en la rotonda de Diagonal y 59.
En las últimas horas la noticia llegó a los medios nacionales y, como a modo de chiste, los titulares indican que “rompió el record mundial de alcoholemia”, analizando desde el absoluto desconocimiento una situación que podría haber tenido un desenlace fatal.
Un hombre, de 40 años, absolutamente borracho (y dejamos al margen la discusión de si son 5.5 o 3.2 o si estaba bien calibrado el alcoholímetro), manejaba por las calles de nuestra ciudad.
Afortunadamente, sólo se le cruzó un poste de luz y él resultó ileso. No tiene sentido suponer si en vez de poste lo que se cruzaba era otro auto y ni hablar una moto, una bicicleta o un peatón.
Parece sin embrago, que el enfoque de la noticia es haber roto en récord de alcohol en sangre, como si fuera aplaudible su “aguante” y hasta en una especie de apología encubierta.
Ya estamos acostumbrados a aparecer en los medios nacionales por noticias que hasta se tiñen de bizarras o hasta rozan lo absurdo, como ésta, o el baby swoher; lo trágico, no obstante, es que no se tomen con la seriedad que merecen.
Está bien convertirnos en meme y reírnos un rato porque, reitero, afortunadamente no pasó nada grave, no obstante, es necesario no olvidar que años atrás, en ese mismo lugar una mujer, Ana Rivero, perdió la vida por las lesiones que le ocasionó un conductor, Fernando Beretta, casualmente también con exceso de alcohol.
Beretta debió pagar por su crimen, el hombre de Pilar volverá a nuestra ciudad solamente a retirar su auto secuestrado en el predio de Tránsito y a hacer su descargo, si es que lo tiene, ante el Juzgado de Faltas.
Mientras tanto, TsnNecochea pudo saber que serán sumariados los inspectores que tomaron la foto del alcoholímetro, foto que se viralizó y se convirtió en parte del chiste de una noticia que no es graciosa.
Serán tal vez tiempos de repensar las hazañas de algunos imprudentes y darles la condena social que merecen.
Hombres que, como en este caso, habiendo excedido las épocas de imprudencia de la juventud, se atreven a manejar borrachos sin medir consecuencias. Homicidas del volante que tristemente hoy, son tomados con humor nacional.