La suba del 118% del tipo de cambio, el reacomodamiento precios relativos y el fogonazo inflacionario que causaron prometen un Índice de Precios al Consumidor cercano al 30% para el último mes del año hicieron que las reservas en ciudades balnearias se desplomaran, con veraneantes que como mínimo están retrasando la decisión de cómo y cuándo van a tomarse unos días durante este verano.
La situación se replica en todos los destinos turísticos y nuestra ciudad no es la excepción. Las reservas se han frenado bruscamente y hoy la incertidumbre es el denominado común de los que apuestan a la temporada, tal como informó T S N Necochea ayer, sobre el “Difícil comienzo de temporada para los Hoteles”.
De hecho, el poco movimiento turístico se palpa en la calle, sin ir más lejos en la Villa Balnearia donde, otros años, en la misma época, se intensificaba el tráfico de gente ya el mismo 25 de diciembre.
Hasta ayer, la actividad era escasa en la peatonal 83 y unos pocos artistas callejeros se animaron a dar sus primeros shows en la plaza San Martín ante un público que no abundaba. Los comerciantes de la zona coinciden en que las expectativas eran mayores.
A esta “quietud” e incertidumbre se le suma otra variable que, en nuestra ciudad es fundamental y hablamos del clima. Todos sabemos que, si hace calor, al menos la gente de la región se hace una escapada de fin de semana hasta el mar, pero, por ahora, tampoco ha sido favorable la cuestión del tiempo.
Según publica hoy Infobe, en referencia e este tema, en el Municipio de la Costa aseguran que la ocupación hotelera, la más fácil de medir, está hoy en el 31%, muy por debajo del nivel del 68% que mostraba en diciembre de 2022. En Mar del Plata, mientras tanto, hablan de un parate importante en las reservas y contrataciones para la temporada estival, y datos de distintas ciudades balnearias y cordobesas también muestran una caída considerable respecto del año pasado.