La muerte de una persona fue el resultado de un accidente en una de las rutas que pasan por Necochea. No importa cuando leas esto, en las últimas dos décadas. 

Esta noticia se volvió corriente.

Ayer ocurrió un fatal accidente en el kilómetro 48 de la ruta nacional 228 cerca de energía donde un vecino perdió la vida y otro debió ser trasladado de urgencia al hospital Emilio Ferreyra. No hace mucho tiempo pasó lo mismo con una mujer que venía de Mar del Plata por la Ruta 88 hacia nuestra ciudad. Y así podríamos seguir.

Lamentablemente estas situaciones trágicas se repiten y más allá de parches o arreglos temporales en las rutas que llegan a nuestra ciudad, no se advierte un trabajo serio, a largo plazo por parte del gobierno provincial y nacional de manera que las rutas sean transitables y seguras durante las 24 horas del día.

Hoy hacer un viaje de más de 5 horas por ejemplo desde Buenos Aires hacia nuestra ciudad y llegar de noche, ya sea por la ruta 29 o por la ruta 2 e ingresar por la ruta 55 y después la 227 hacia Quequén puede transformarse en una película de terror y el peligro es mucho.

Sea la ruta 88, la 86, la 228 o la ruta 227 en todas falta señalización, la calzada es angosta, las banquinas no están en condiciones óptimas y la visibilidad en horas de la tarde y la noche es mínima. Está claro que también está el factor humano, como la imprudencia que hay al conducir, el exceso de velocidad, los sobrepasos en lugares prohibidos, pero el actual estado de estos caminos colabora y mucho para que se produzcan los accidentes.

¿Es normal?, que dos autos se cruzan a centímetros, a más de 100 kilómetros por hora, en cualquiera de estas rutas en horarios nocturnos sin ver más allá de 30 metros.

Este es uno de los temas donde toda la comunidad y los diferentes espacios políticos deben gestionar en conjunto. Acá de nada sirve que cada uno lo haga por su lado, es necesario que la comunidad y el poder político trabajen juntos.

Y además a esos se deben sumar también los distritos vecinos a nuestra ciudad porque esta situación atañe también a San Cayetano, Lobería, Miramar y Mar del Plata, especialmente.

La gestión debe salir de un pedido regional, con un solo objetivo que dejen de morirse vecinos en las rutas.

 

Por Alejandro Sánchez – TSN Necochea