Desde que  me acuerdo, al menos desde hace 35 años, que se viene pidiendo por las mejoras, ensanche,  mantenimiento y el doble carril en la Ruta 88.

Ruta en la cual en 1988 falleció el intendente de ese momento Domingo José Taraborelli.

También tuvo múltiples anuncios desde su reparación hasta la posibilidad que sea autovia.

Recién en 2016 se llevó adelante una obra en serio para mejorar la calzada, ensancharla y pavimentar varios sectores. Ahora el gobierno provincial está licitando más arreglos y mejoras. Y hay un proyecto vinculado a la obra de circunvalación de Mar del Plata, que en una etapa posterior continuará con la construcción de la autovía de dicha ruta.

Ojalá suceda.

Mientras tanto la ruta se sigue llevando vidas.

El tránsito es continúo y en este camino entre Necochea y Mar del Plata te podes encontrar autos, motos, camionetas, gente en bicicleta, alguno que salió a hacer running por la banquina, camiones, cosechadoras y otras máquinas agrícolas.

El tránsito, sumado a las medidas de la ruta, el estado de la misma, hacen que circular por ahí es complejo y estresante, los conductores no pueden perder la concentración nunca en los poco más de 120 kilómetros , un segundo puede ser fatal.

A esto hay que sumarle la falta de imprudencia y en algunos casos el desprecio por la vida de aquellos que transitan por esa u otra ruta. Lamentablemente en muchos casos la acción de un conductor es la que provoca accidentes que pueden ser fatales.

Ruta 88

Por eso está bien que se exige y reclame por más obras de seguridad en las rutas y de poder que sean doble vía, pero también hay que ser responsable y precavido a la hora de viajar, no sólo por nosotros sino también por el prójimo.

 

Por Alejandro Sánchez – TSN Necochea