En caso que se respete el cronograma electoral estamos a sólo 17 meses y un par de días más de elegir al próximo intendente en 2023.

Históricamente el ambiente electoral se prepara con bastante tiempo de antelación para ese hecho, o sea la construcción de un espacio, sumar voluntades, definir candidatos, recorrer el territorio, decidir cuál va a ser la persona que se postule para intendente. Y después, ya cerca del momento de votar, se viene la definición de quién va a completar la lista y el armado de cada campaña electoral y los comicios.

Hoy sí analizamos la actual situación de nuestra ciudad y de los diferentes partidos, frentes y espacios políticos podemos señalar -sin temor equivocados- que hasta el momento la única persona que ha hecho publicó sus intenciones de estar presente en el cuarto oscuro del año 2023 para competir por el sillón de Murga, es el intendente Arturo rojas que seguramente irá por su reelección, como ya lo ha indicado.

Esto no sorprende, lo que sí, es que solo tengamos claro que el jefe comunal estará presente. Y con la oposición qué es lo que va a pasar, porque algunos dirán que falta tiempo pero la historia electoral de Necochea marca otra cosa.

Por ejemplo para 2003, ya 2 años antes se intuía que Daniel Molina iba a ser candidato a intendente, una vez que el espacio político en el que él participaba (la Corriente de Opinión Nacional, liderada históricamente en nuestro distrito por Perico Azcoiti) triunfó en las internas radicales.

En 2007 pocos dudaban que el Frente para la Victoria iba a presentar a Gastón Guarracino como candidato, después de la buena elección que había realizado en 2005 para senador provincial.

Cuatro años más tarde, fue quizá fue el momento donde más claro estaban los candidatos. Horacio Tellechea desde 2009 se sabía que iba a participar de esa elección, lo mismo que Guarracino, quien perdió la vida en un trágico accidente meses antes del los comicios.

Pablo Aued en 2015 también con mucho tiempo de antelación se sabía que tenía intenciones de ser candidato a intendente. Lo mismo pasó con Facundo López, tras el buen resultado en 2013.

Nadie dudaba después de las elecciones de 2017 que en 2017 Arturo Rojas iba a ser candidato a intendente. Lo mismo pasó con Gonzalo Diez.

Pero ahora la situación es diferente, como decíamos no resta mucho tiempo y no sobran, no solo los candidatos, sino que no hay todavía personas en los diferentes espacios que hayan anunciado públicamente su idea de participar en estas elecciones.

En el Frente de Todos en el último tiempo han repetido hasta el cansancio que buscan la unidad, pero nadie sabe quién será el que la encabezará o quién será el candidato a intendente.

En la UCR todos los espacios buscan a alguien que no sólo conforme las apetencias de los radicales sino que también aglutine detrás de su figura a la mayoría de los espacios de juntos para 2023. Se están sondeando nombres pero no hay confirmación.

Del PRO, poco y nada se sabe con respecto al próximo candidato a intendente. Sólo Eugenia Vallota está activa.

En la recuperada ACT saben que tienen una posición, como hace tiempo no la tenían, pero tampoco han confirmado o han movido alguna ficha para que se presuma quién va a ser la cabeza de lista.

La incertidumbre es común a todos, la única certeza es que en esta carrera Arturo está solo y espera.