“Llegamos a las afamadas playas del suave declive, tan extensas que la vista no alcanza a limitarlas” informa el locutor, con la solemnidad de tono y los guiones de la época, mientras la cinta en blanco y negro, refleja la playa necochense de la década del 50.
Aparecen las cañas, y se hace referencia a la pesca como un atractivo turístico que “ofrece a los adeptos generosa recompensa, a la espera paciente y optimistamente calculada”.
Mientras tanto, un pingüino que es atacado por perros se acerca a la costa y la imagen se suma al relato como “la presencia inusitada de un viajero lejanísimo”.
“Así es Necochea: la ciudad, el puerto, sus paseos, sus monumentales edificios, sus hermosas villas, y sus playas que pronto se habrán de llenar de vida rumorosa y feliz” señala la voz en off y adelante que “nutridos contingentes de todos los puntos del país acudirán a ellas en procura de sus reconfortantes bienes naturales”.
Siempre bonita, en blanco y negro, o en HD.