María Elina Silvestri, tiene 39 años y en 2016 se acercó a donar sangre y se registró como potencial donante de médula ósea.

Hace tres meses recibió ese llamado tan esperado por muchos: INCUCAI le comunicaba que era compatible con una paciente del exterior, que una joven en Francia la necesitaba.

Sin dudarlo aceptó y pudo concretar la donación de médula ósea por aféresis (por medio de la sangre) en el Hospital Alemán de Bs As.

Fueron alrededor de 4 horas lo que tardó la máquina en recolectar sus células madre. Luego esa bolsita cruzó el océano para brindar una nueva oportunidad de cura y esperanza, no solo a la paciente sino también a toda su familia.

El diálogo con Tsn Necochea, María Elina contó que “el proceso es re movilizante. Al menos, en mi caso, fue así. Porque una se inscribe con el compromiso de hacerlo, pero también sabiendo que las posibilidades de que te llamen son muy remotas. Sin embargo, en cuanto te llega ese mensaje, medio que se para el mundo”.

“A mí me llamaron y como no pude atender me mandaron un whatsapp y, a medida que iba leyendo, sentía que todo alrededor se detenía” describió la necochense cuyo gesto de amor de convierte en un ejemplo para todos.

“Después nos contactamos por teléfono, me explicaron todo el procedimiento en detalle y ni lo dudé. Desde el momento en que leí INCUCAI y médula ósea en ese primer mensaje no lo dudé. Desde el momento en que me inscribí en el Hospital durante una donación de sangre hasta el día del llamado pasaron 8 años.  Y desde el momento del llamado hasta la donación solo 3 meses” explicó la comunicadora social.

En ese marco, nos brindó más detalles de la donación: “Hicieron un cotejo de compatibilidad con el paciente, me hicieron estudios médicos para verificar mi estado de salud y asegurarse que todo estaba ok para donar y unos días antes de la donación recibí el apto médico. En mi caso, la donación fue por aféresis, es decir, por sangre. El procedimiento es muy sencillo y ambulatorio. Se utiliza la misma máquina que para donar plaquetas y consiste en conectarse a un circuito en el que desde un brazo recolectan sangre, la máquina va separando las Células Progenitoras Hematopoyéticas y regresa al cuerpo por el otro brazo”

“Es un proceso que lleva entre 3 y 4 horas y al finalizar, se puede volver a la vida habitual” sostuvo, y reconoció que “lo más emocionante de este momento es ver que esas células van recolectándose en una bolsita que al finalizar se la llevan en una heladerita y, en mi caso, en el momento en que me estaban dando el alta, la médica me dijo que eso que acaba de salir de mi cuerpo ya estaba camino al aeropuerto para viajar a Francia y que, al día siguiente, la paciente iba a estar recibiendo su tratamiento”.

Para cerrar, María Elina nos dejó un mensaje: “Si algo me gustaría poder transmitir de mi experiencia es lo simple, indoloro y cuidado de todo el procedimiento y la importancia de poder inscribirse en estos registros para que cada vez más personas puedan tener la posibilidad de acceder a un tratamiento y una cura”.

el Instagram del Inucai donde se puede obtener toda la información para ser potenciales donantes es: @incucaioficial