Estamos asediados por los robos, no dormimos en toda la noche, la policía dice tenerlos identificados pero no los agarra”, expresó una vecina de un sector costero de Quequén damnificada de dos hechos delictivos en poco más de 24 horas.

La recurrente inseguridad se registra en una zona delimitada desde las calles 506 y 516, entre 529 y 531, señaló quien, por temor, prefirió reservar su identidad.

El accionar de los delincuentes quedó registrado en las cámaras de seguridad con que cuenta la vivienda objeto de los robos.

El jueves en horas de la noche accedieron al patio de la propiedad y de un lavadero se apoderaron de un secarropas, regresando el sábado cuando los moradores se encontraban ausentes para apoderarse de artículos de electrónica y otros elementos de valor, esta vez del interior de la vivienda.

En este último hecho intervinieron dos delincuentes que luego de escalar un paredón forzaron la ventana de la planta baja de la vivienda y de esa manera ingresaron en las instalaciones, alzándose con una computadora, un secador y una una máquina de cortar pelo; camperas y una tablet.

“Son rateros que aprovechan la situación, nosotros nos sentimos totalmente observados y estudiados. Es una situación crítica y de vulnerabilidad, porque al estar toda la noche en alerta no dormís; es muy difícil vivir así y el hartazgo de los vecinos es inmenso”, sentenció la mujer.

A la hora de enumerar algunos de los factores de esta realidad hizo mención a los reiterados cortes de energía eléctrica que se producen con frecuencia, tanto por la sustracción de cables y otros motivos, “se corta la luz entre la 1 y las 4 de la mañana hasta tres veces por semana”, indicó y agregó que la luminaria existente es “muy escasa”.

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En otro tramo del diálogo criticó con dureza el accionar policial respecto de la prevención “todos creemos que existe una zona liberada”, asegurando que cuando llaman a la policía esta “no aparece”; a criterio de la mujer la fuerza de seguridad los tiene identificados a los autores de los hecho pero no los atrapan, “siguen robando y tampoco se dan allanamientos”.

La sucesión de robos dieron lugar a reuniones con autoridades policiales y municipales que no tuvieron el resultado esperado por los vecinos, “nos prometieron 60 cámaras e iluminación y nunca cumplieron”, sostuvo, y anticipó que en los próximos días tienen previsto mantener un nuevo encuentro con el delegado municipal con la esperanza de poder frenar el avance de los robos.