Las imágenes parecen repetirse cada fin de semana. A la hora de la salida de los boliches, a eso de las 5 de la mañana, jóvenes alcoholizados se pelean, gritan, rompen lo que pueden, pican con las motos con ruidos de “cortes” y nadie controla.
La horda de la nocturnidad se ha apropiado de la zona. “Es un descontrol, todos los fines de semana nos tenemos que levantar por miedo a que pase algo”, contó a TsnNecochea una vecina que ya sufrió dos veces el choque de su auto estacionado sobre la calle 83. El fin de semana pasado, lo dejaron destrozado y se dieron a la fuga.
La misma damnificada aseguró que no hay presencia policial en lo más mínimo y relató el periplo y la demora de llamar al 911.
“Como no venían, llamé a la comisaria (que está ubicada a la vuelta de donde todo esto sucede) y el efectivo que vino, de muy mala manera, me advirtió que por estos casos tengo que llamar al 911” señaló.
Al otro día, cuando despunta el sol del domingo, el paisaje de siempre: botellas rotas, vómitos en las veredas y algún que otro vidrio estallado de los comercios de la zona.
Sin soluciones, sin controles, la problemática de la nocturnidad sigue poniendo en jaque a vecinos y comerciantes de la Villa Balnearia.