Marcos Aprea, acusado de haber atropellado y causado la muerte de Germán Apella mientras conducía bajo los efectos del alcohol, ya comenzó a cumplir su prisión preventiva en modalidad domiciliaria en Necochea. Este beneficio incluye monitoreo electrónico y se llevará a cabo bajo la supervisión de sus familiares, garantizado por la fianza de una propiedad.
El 8 de julio, en una audiencia ante el Juzgado de Garantías Número 2, Aprea, de 32 años, enfrentó el proceso judicial por homicidio culposo agravado por conducción bajo la influencia de alcohol y/o drogas. En esta audiencia participaron el fiscal José Luis Cipolletti, el defensor Julio Mario Razona y los abogados de la familia de la víctima. Aprea declaró no tener problemas de salud y negó el consumo de sustancias.
Durante la audiencia, la fiscalía presentó pruebas contundentes y argumentó que existía un riesgo significativo de que Aprea intentara fugarse o interferir en la investigación. Se presentaron fotografías del vehículo, informes del Registro Nacional de Reincidencia, pericias médicas y testimonios policiales. La declaración de Brenda Appella, hermana de la víctima, fue especialmente destacada, ya que expresó su preocupación por la posibilidad de fuga de Aprea.
A pesar de que la defensa no impugnó la solicitud de prisión preventiva, propuso la opción de arresto domiciliario en la residencia del padre de Aprea, en avenida 2, y ofreció entregar sus pasaportes junto con una fianza de 140,000 dólares mediante el embargo de una propiedad. Finalmente, la jueza Aída Lhez decidió imponer la prisión domiciliaria bajo condiciones estrictas de monitoreo, prohibiendo la salida del país.