El hecho ocurrió en el estudio contable ubicado en calle 72 N° 2845 y fue descubierto esta mañana por una empleada cuando se disponían a comenzar la jornada laboral.
Al abrir, observó un gran desorden en el interior por lo que de inmediato dio aviso al propietario del estudio, el contador Pablo Alejandro Mussegard.
Se pudo constatar luego que los delincuentes habían ingresado por una ventana de aluminio que da al interior del dormitorio ubicado en la parte trasera de la vivienda donde residen los padres del damnificado que no se encontraban en ese momento.
Antes, doparon a perro ovejero alemán de la familia con algún alimento y una vez en el interior desconectaron la alarma.
Según pudo saber este medio, los ladrones se alzaron con la suma aproximada de 2 millones de pesos y 20 mil dólares.
La investigación quedó cargo de la fiscalía N° 20.