Como era de esperar el inicio del traslado de las cápitas del PAMI del Hospital Municipal “Emilio Ferreyra” a la clínica privada no solo genera incertidumbre sino también preocupación en los adultos mayores.
Primero porque nadie les comunicó recientemente dónde deben atenderse y con el correr de los días cuando tienen que realizar algún trámite o directamente utilizar alguna prestación de la obra social se dan cuenta ahí si su cápita continúa en el principal efector de la salud del distrito o en la clínica.
Lo que hace que cada paso ya sea administrativo o para atender su salud sea más tedioso, engorroso y lleva más tiempo.
Esta situación comienza a verse y a reflejarse en las redes sociales donde los adultos mayores están expresando su realidad y contando esta problemática.
Por ejemplo, una señora que de casualidad fue a realizar un trámite a las oficinas de PAMi en calle 62 entre 63 y 65 y ahí consultó donde seguía su cápita. Le informaron que era parte de las que habían cambiado “inconsultamente” cuando ella ya había elegido atenderse en el hospital.
“Hay que esperar un mes para pedir un nuevo cambio. Somos rehenes y no recibimos un trato adecuado. es horrible!” Escribió en redes sociales.
También planteó un interrogante: “y Qué pasa si te llevan a la guardia de la clínica y te moriste esperando un especialista que no tienen?”.
Asimismo desde el municipio se envió una carta documento hacia las oficinas centrales de PAMI para que se revea esta situación. Ahora están a la espera de la respuesta.
Médicos de cabecera
El otro tema que puede generar dolores de cabeza a los afiliados es la falta de médicos de cabecera.
Esto se debe a que PAMI no tiene la cantidad suficiente de médico de cabecera que necesitan para la cantidad de afiliados que hay en el distrito.
Esto impacta directamente en la atención de la salud de cada uno de los adultos mayores, porque se retrasa cualquier tipo de turno, de seguimientos de tratamientos o por una derivación.