Por José Calero
La construcción y la industria siguen en terreno negativo y complican los planes del gobierno para terminar de revertir la recesión. Como contrapartida, la pobreza y bajó y perforó el piso del 50%, según el último dato de la UCA. Igual, sigue siendo un dato muy negativo, que parte el alma.
“Argentina será el país que más va a crecer sostenidamente en el mundo por los próximos 30 años”, pronosticó el ministro Luis Caputo, ante los numerosos visitantes internacionales que llegaron a Buenos Aires para participar de la Conferencia Política de Acción Conservadora.
Entre esos referentes estaba Lara Trump, la nuera del futuro presidente de los Estados Unidos, que suena para ocupar un lugar en el Senado y es una de las principales colaboradoras del republicano.
Rubia y esbelta, al estilo de las “mujeres Trump”, Lara se logró ganar un lugar central entre los principales colaboradores del republicano, a caballo de un monumental trabajo para recaudar fondos para la campaña.
Ahora, el futuro ocupante de la Casa Blanca la envió a la Argentina para estar junto a Javier Milei, su “presidente preferido”.
Ella se destacaba entre las decenas de dirigentes conservadores que estuvieron en Buenos Aires, y que escucharon, entre otros, a Caputo y su derroche de optimismo.
El ministro de Economía viene ocupando un rol cada vez más central en la ofensiva de Milei para terminar de convencer a los inversores de que la Argentina vale la pena.
Tiene argumentos: “Si hubiéramos dicho que íbamos a terminar con el flagelo del déficit fiscal en tan solo un mes; bajar el gasto en términos reales 30%, aun atendiendo a los más vulnerables; terminar con los pasivos remunerados; con el déficit cuasifiscal y la emisión monetaria, hubiera parecido increíble, pero se hizo”, destaca Caputo.
También subraya que se logró bajar la inflación minorista de 25% a 2,7% y de la inflación mayorista de 54% a 1,2%, en el marco de una recomposición de los precios relativos.
“Estamos terminando el año con un tipo de cambio libre más bajo que cuando asumimos. Es algo que no podía esperar nadie; la brecha se redujo de 200% a menos de 10%”, exhibe.
Y resalta la recomposición de las reservas internacionales y la rebaja de impuestos. Caputo hizo hincapié en que para 2025, “todos los analistas pronostican que Argentina crecerá 5%, que es el mayor nivel de crecimiento de los últimos 15 años”.
En ese escenario positivo, el empresariado dice que falta mejorar la competitividad de la economía local. Y señalan que la elevada presión impositiva, los altos costos logísticos y del transporte, y el exceso de regulaciones complica alcanzar el objetivo de salir al mundo en mejores condiciones.
Caputo responde destacando las distintas desregulaciones que se impulsaron desde Economía para fomentar el desarrollo del sector privado y a la recuperación del crédito desde las distintas instituciones bancarias. “Pasamos de discutir hiperinflación a créditos hipotecarios a 30 años”, agregó.
Pero sabe que aún falta, como lo demuestra la última estadística del INDEC sobre construcción e industria.
Por eso, promete profundizar la tendencia para que el sector privado le preste cada vez menos al Tesoro, y que esa plata se libere para mejorar los créditos para la producción. Además, garantizar que la inflación seguirá bajando en un escenario de recuperación económica. Por ahora, el discurso oficial habla de un crecimiento del 5% para el año próximo.
En las oficinas del Palacio de Hacienda trabajan con una variable más positiva, que supera el 6% de suba del Producto Bruto para el 2025.
La estrategia para mejorar la productividad será también seguir bajando impuestos. Ya se traba en la eliminación de un centenar de gravámenes, que se sumarán a la caída del Impuesto PAIS desde el 25 de diciembre próximo.
Además, Economía trabaja con el Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger, para continuar eliminando las disposiciones que le ponen “el pie en la cabeza” al sistema productivo.
“Las regulaciones van a colapsar”, sostiene Caputo. Y asegura que “los dólares van a sobrar en la economía”.
Para el ministro de Economía, una de las claves en el éxito de esta estrategia es que el dólar financiero está a un paso de converger con el oficial.
Además, sostiene que la recuperación del poder adquisitivo detectada en los últimos meses permitirá que los salarios se recuperen por encima de la inflación en el 2025. “Más consumo y demanda de producción”, es su diagnóstico.
La Universidad Católica informó que la pobreza bajó en el tercer trimestre del año. Habría señales de que la pobreza dejó de aumentar y que se vislumbra una mejora en las condiciones sociales. El trabajo se llama “Deudas sociales en la Argentina del siglo XXI (2004-2024). Fin de ciclo y futuro abierto”.
El Gobierno asegura que los índices de pobreza ya perforaron el 50%, y que el año próximo tenderán hacia el 40%, siempre medidos por ingresos. Sería una mejora notable luego que se alcanzó un 54% en la primera parte del año, en medio de la recesión y la disparada de precios.
Igual, el equipo económico sigue advirtiendo que el ritmo y la magnitud en la que se produzca ese cambio dependerá del sector privado, aunque desde el sector público realiza los esfuerzos necesarios para incentivar dicha decisión.
Ese supuesto escenario de mejora de la competitividad tiene un enorme desafío pendiente y Caputo lo sabe. Se trata de la necesidad de terminar con el cepo cambiario.
La cuestión fue abordada en el encuentro que Caputo mantuvo este miércoles con el economista Arthur Laffer, un referente clave para los dirigentes liberales que asesoró en su momento a Ronald Reagan.
Si bien elogió el programa argentino, disparó: “¿Por qué pondría mi dinero en un país si no puedo sacarlo?”
Y consideró “muy importante que los controles sean removidos y se abra la economía a la inversión extranjera, esos flujos de capitales netos requieren que puedas sacar tu dinero afuera, nunca pondría dinero en un banco que no me permita escribir un cheque”.
Reconocido defensor de la baja de impuestos, el libre comercio y la desregulación económica, Laffer es una voz muy escuchada en el mundo conservador.
“Espero un período de moneda estable, baja inflación y más prosperidad que con Menem, y la remoción de los controles de capital”, señaló.
Así, la eliminación del cepo sigue siendo una gran asignatura pendiente, y Caputo sabe que desempeñará un rol clave para terminar de mejorar la competitividad argentina, a través de un dólar fijado por las fuerzas del mercado, justamente las que más elogia Milei. N A