Un sospechoso de 20 años ingresó el domingo pasado en un pozo de la Empresa Provincial de la Energía de Santa Fe (EPE) en Rosario para robar cables subterráneos de alta tensión y terminó con el 90% de su cuerpo quemado, internado en el Hospital Clemente Álvarez, en un estado sumamente crítico.
Fue filmado por transeúntes al salir del pozo, con su cuerpo ennegrecido, temblando, atónito. La imagen es fantasmal, surrealismo delictivo argentino. Pero la realidad de la que esa imagen habla es mucho más concreta. El hombre quemado en Rosario es uno más en una larga lista.
En Necochea y Quequén, es un delito que se repite casi a diario afectando el servicio a los usuarios y generando grandes pérdidas económicas a la Usina. Ayer, tres delincuentes fueron atrapado robando cables de teléfono y hoy la justicia de garantías libró la detención.
A lo largo de este verano, el robo de cables de cobre, tanto de alta tensión como telefónicos, se convirtió en una figura recurrente para las fuerzas de seguridad. Existe desde hace años, no es nada nuevo. Pero nunca fue tan lucrativo como ahora, una nueva variante para el hampa en la crisis económica. El precio del cobre en las metaleras a lo largo del país es la clave para explicarlo.
Los avisos para comprarlo pueden encontrarse fácilmente en las principales plataformas online. Más aún: el precio literalmente se triplicó en un año. En enero de 2023, una metalera de Florencio Varela que publica sus tarifarios en redes sociales ofrecía 1950 pesos por el kilo de cobre. Hoy, en febrero de 2024, aumentó a 6700. La suba fue progresiva. En agosto, por ejemplo, ese mismo kilo se pagaba $4350.
El cobre es el metal más caro de todos. Vale más que el kilo de aluminio, que cotiza apenas 900 pesos en el depósito de Florencio Varela, el metal más fácil de obtener dada la existencia de latas de gaseosa. El acero vale literalmente la mitad, 450 pesos. El cobre, en el mapa del rebusque, desde ya es el más difícil de obtener, con la crisis que distorsiona cualquier evaluación entre riesgo y recompensa.
Hay casos más graves que el del joven rosarino. En febrero de 2022, un hombre terminó electrocutado en Rada Tilly, provincia de Chubut, mientras intentaba llevarse cables de un poste de alta tensión. Quedó colgado tras sufrir graves quemaduras. Luego, se anunció que sufriría la amputación de un brazo.
Alex Carranza tenía 24 años, domicilio en una zona de campo de Manuel Gonnet, de casas bajas y pastos altos. Nunca tuvo un trabajo en blanco. Lo encontraron muerto a mediados de diciembre pasado en el cruce de 14 y 502, también en Gonnet, a 50 cuadras de su casa, también colgado de los cables. Personal de la Comisaría 13° de la Policía Bonaerense llegó allí por una alerta que hablaba de un hombre que pendía del tendido. Una cuadrilla de EDELAP cortó el suministro. Finalmente, lo rescataron, ya sin vida. Chequearon sus antecedentes: Alex estaba involucrado en dos causas penales por robo, iniciadas el 5 y 9 de enero.
Chequearon también el bolso gris y rojo que llevaba. Tenía una pinza, un destornillador y un cuchillo tipo Tramontina, además de su tarjeta SUBE. Con estas herramientas, se cree, Alex intentó robar un trozo de cable para poder venderlo en las metaleras de La Plata, su vida canjeada por cobre pelado.
Otros, en cambio, tienen mejor suerte. A mediados de enero, Jonathan Brambilla, de 29 años, vecino de Ensenada, cayó en la esquina de 532 y 118 en Tolosa luego de que los vecinos lo vieron trepado a un poste con las manos en el tendido. Terminó imputado por tentativa de robo con una causa de la UFI N°5 de Juan Menucci. En su mochila llevaba una tenaza y un serrucho casero con mango de goma grueso, a modo de aislante.
Días antes, Esteban Damián Martínez fue frenado por un vecino con inesperada vocación cívica luego de que, supuestamente, cortara el tendido del alumbrado con una pinza corta pernos de gran tamaño. Fue en el cruce de 173 y 28, lo que dejó sin luz a la cuadra. El hombre, de 49 años y residente de la zona, lo retuvo y contactó a la Bonaerense, que llevó al ladrón a una celda de la Comisaría 14°.
Treparse al poste es la versión desesperada del robo de cables. Hay artistas que lo hacen con esmero. El miércoles 10 de enero, también en La Plata, Alex Leonel Martínez y Ezequiel Campos simularon ser una cuadrilla de reparación a bordo de una Renault Trafic, con ropa de trabajo y chalecos reflectores, un vestuario completo. Intentaron huir al trote en la esquina de 59 y 27 cuando se los llevó una patrulla de la Comisaría 5°. Tenían casi cien metros de cable en el interior de la camioneta.
Con información de Infobae